Medinaceli Estación, pone hoy punto final a sus Fiestas de San Juan 2025, unas celebraciones marcadas por el reencuentro, la participación vecinal y un programa que ha sabido combinar tradición, gastronomía y novedades para todos los públicos.
Ayer martes se vivió el día grande, con la festividad en honor a San Juan Bautista como eje central de la jornada. La mañana comenzó con la misa solemne y la posterior procesión por las calles del pueblo, en la que el alcalde de Medinaceli, Gregorio Miguel, estuvo acompañado por varios regidores de la comarca, reflejo de la buena sintonía entre los municipios del Alto Jalón.
Entre los ediles asistentes se encontraban Carlos González, alcalde de Monteagudo de las Vicarías; Juan Luis Antón, alcalde de Alcubilla de las Peñas; así como Jesús Peregrina, primer edil de Arcos de Jalón, quien se incorporó a la celebración en el momento de la comida. También acudieron otros representantes municipales del entorno, dando muestra de la cercanía y unidad que caracteriza al medio rural soriano.
Tras el acto religioso, vecinos y visitantes se reunieron en torno al baile vermut, amenizado por el grupo Fábula, que puso ritmo y alegría a la plaza antes del esperado gran arroz popular en el frontón. Más de un centenar de personas compartieron mesa, conversación y postres, en un ambiente festivo y de convivencia.
La sobremesa se animó con dos bingos muy especiales, cantados por las más pequeñas del pueblo, que ejercieron de “presentadoras” antes de dar paso a una de las grandes novedades de esta edición: la exhibición de aves rapaces a cargo de Espíritu Animal Rural.
Fue una experiencia educativa, emocionante y muy participativa, donde tanto niños como adultos pudieron conocer de cerca el mundo de las rapaces, aprender sobre su rol en los ecosistemas y, con guante en mano, atreverse a alimentarlas y hacerlas volar. Una propuesta original que sorprendió y gustó por igual.
Las fiestas concluyen este miércoles 25 con un momento de recogimiento: la misa de difuntos de la Cofradía de San Juan Bautista, seguida de un vino español para los cofrades. Una manera de cerrar las celebraciones mirando al pasado, honrando a los que ya no están, y fortaleciendo los lazos que siguen haciendo de Medinaceli Estación un lugar vivo, acogedor y orgulloso de sus raíces.
JALON
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