"ESTAMOS MUY ESPERANZADOS Y CON MUCHO ÁNIMO Y FUERZA TRAS RECIBIR LA VACUNA"

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Mónica Gisbet (izquierda) siendo vacunada junto con un usuario de la Residencia de Mayores de Arcos.- Foto: J. Sanz


La Residencia de Mayores de Arcos de Jalón recibió ayer al equipo Covid-Vacunas de la Junta de Castilla y León que administró, a un total de 98 residentes y 54 profesionales del centro, la segunda dosis de la vacuna contra la Covid-19. Una de estas profesionales es Mónica Gisbert, directora de la Residencia de Mayores Sagrada Familia de Arcos de Jalón. –“La vez anterior, con la primera dosis, algún residente tuvo décimas de fiebre, casualmente ha pasado con aquellos que sufrieron la enfermedad, pero por norma general no ha provocado más efectos secundarios que síntomas leves”-, explica la directora.

Hoy ha sido un día muy especial para los usuarios de la Residencia de Mayores de Arcos de Jalón. Durante el proceso de vacunación –“nos hacíamos señas con el pulgar entre el equipo de trabajadores y los residentes, celebrando que por fin vamos a obtener la inmunidad”- señala la directora del centro, Mónca Gisbert.  -“Nuestros usuarios están deseando poder salir a tomar un café. Hacíamos pequeñas salidas a tomarlo a los diferentes bares del pueblo y lo echan mucho de menos”-, comenta Mónica tras explicarnos que –“estamos muy esperanzados y con mucho ánimo y mucha fuerza tras recibir la vacuna. Es muy triste que nuestros mayores estén viviendo sus últimos años así”-. De momento, las salidas de los residentes tendrán que esperar. El equipo Covid-Vacunas ha hecho hincapié en, según palabras de la directora, -“seguir teniendo cuidado y mantener las medidas de seguridad”-, a lo que Gisbert añade su deseo: -“que puedan convivir pronto, al menos entre ellos, sin mascarilla y pudiéndose sentar juntos a jugar la partida”-.

Haber vivido en primera persona la crudeza de un brote es algo que –“no se lo deseo a nadie”- tal y como nos detalla Mónica a la vez que describe como –“impotencia, rabia y frustración”- lo sentido cuando, según nos explica –“a pesar de estar haciendo las cosas bien y con todo lo que se está luchando, este virus silencioso se cuela y, cuando salta el primer positivo, ya lleva circulando un tiempo y ha expandido la infección”-. Sin embargo, esos sentimientos fueron sustituidos por –“responsabilidad para coger el toro por los cuernos y salir de la situación lo mejor posible dentro de la dureza de lo que estábamos viviendo”- según relata Mónica que destaca que –“nos hemos sentido apoyados durante todo ese tiempo. La mayoría de la gente nos enviaba mensajes de fuerza, ánimo y comprensión. No nos hemos sentido juzgados, pero sí muy impotentes. Nos llamaban hasta exagerados con las medidas que tomábamos y aún así entró el virus”-.

La administración de la segunda dosis provocará –“en unos diez días”-, según puntualiza la directora de la Residencia de Mayores de Arcos, la consecución de una inmunidad que provoca, en palabras de Gisbert –“esperanza e ilusión. Es el primer paso para que esto pueda terminar. Para seguir hacia delante hay que tener ilusión ya que el futuro es incierto y no se habrá solucionado nada hasta que no tengamos inmunidad de rebaño”-.

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