Medinaceli volverá a convertirse en epicentro de la creación escénica contemporánea del 22 al 24 de agosto con la celebración de la sexta edición de Medinaceli Teatro, el festival organizado por la Fundación DEARTE en el histórico Palacio Ducal, que este año apuesta con fuerza por los clásicos universales desde nuevas formas de representación, con protagonismo de propuestas itinerantes, jóvenes compañías y experiencias inmersivas.
Con el recién nombrado director artístico Íñigo Santacana al frente, el festival quiere consolidarse como una cita estival de referencia en Castilla y León, visibilizando a nuevos talentos escénicos y ampliando el vínculo entre teatro y territorio. “Queremos que el festival no sea solo un espacio de exhibición, sino un centro de creación de referencia en la provincia”, ha afirmado Santacana.
Clásicos para el siglo XX: La vida es sueño en rap y teatro por las calles de Medinaceli
El cartel de esta sexta edición conjuga tradición y vanguardia, con una programación que parte de grandes obras del repertorio clásico para interpelar al público desde el presente. Así ocurre con Batallando: La vida es sueño, de la compañía madrileña Somos Nadie, que abrirá el festival el jueves 22 con una relectura rapera y participativa del clásico de Calderón. En esta versión, Segismundo y Basilio batallan a golpe de verso en un combate escénico que convierte al público en juez de su destino.
El viernes 23 será el turno de Quijotes y Sanchos, de la compañía Los Números Imaginarios. Una travesía teatral inmersiva y audioguiada para 20 participantes por las calles de Medinaceli, que plantea una experiencia íntima y analógica a través de un walkman con cassette. Una forma de repensar el legado cervantino caminando con ojos de caballero andante. Esa misma noche, el reconocido actor Pedro Casablanc y el compositor Jorge Rivera ofrecerán Concierto de amor y muerte, un recital dramatizado con textos de Bécquer y Quevedo, acompañados de música electrónica, rock y clásica creada expresamente para la función.
Títeres, sombras y patrimonio
El sábado 24, el festival volverá a acoger la experiencia de Quijotes y Sanchos, y ofrecerá también El Titiriscopio, un dispositivo escénico único creado por la compañía Arawake, que reúne teatro de objetos, marionetas, sombras y efectos visuales en una caja mágica itinerante. Este año, además, el Titiriscopio estrenará una pieza inspirada en la leyenda local de la tumba de Almanzor, en un guiño a la historia de Medinaceli.
Precisamente el patrimonio de la localidad será uno de los grandes protagonistas de esta edición. Santacana ha subrayado la intención de “dialogar con el entorno” y aprovechar las calles, plazas y rincones históricos como escenarios vivos que potencien la experiencia teatral.
Un festival con vocación transformadora
Desde su creación en 2020, Medinaceli Teatro ha buscado consolidar una oferta cultural estable y de calidad en el corazón del Alto Jalón soriano, contribuyendo a frenar la despoblación desde la creación artística. Impulsado por la Fundación DEARTE, el festival forma parte de un ecosistema cultural más amplio que incluye Medinaceli Lírico, Medinaceli Jazz, Medinaceli Folk o Medinaceli Cine. Todos ellos se desarrollan en torno al Palacio Ducal, sede de la Fundación y espacio rehabilitado como centro cultural con salas de arte contemporáneo, exposiciones temporales y un patio renacentista acristalado que actúa como escenario principal.
En palabras del propio Santacana, el objetivo de este festival es convertirse “en una referencia para la creación emergente y el teatro de calidad en la comunidad”, al tiempo que se construye un espacio de oportunidades para nuevos creadores y una programación pensada desde el territorio y para el territorio.
Más información sobre el festival y las actividades paralelas puede consultarse en la web oficial de la Fundación: www.dearte.info.
JALON
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