A LAS MUJERES DE NUESTRAS VIDAS

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Gracias a las abuelas,

que a escondidas nos dan la propina,

nos llenan el plato hasta arriba,

nos defienden en todas las riñas

y siempre nos sacan sonrisas.


Gracias a las madres

que primero fueron hijas,

nos dan el poder de la vida,

desde que nacemos nos cuidan

y con la chancla nos atemorizan.


Gracias a las hermanas,

grandes, pequeñas y medianas,

con ellas creces en casa,

discutes desde que te levantas,

pero están siempre que hacen falta.


Gracias a las hijas,

que llegan a revolucionar tu vida,

y lo llenan todo de felicidad,

te enseñan lo que es la paciencia

y lo mala que es la adolescencia.


Gracias a las amigas,

las hermanas adoptivas,

atentas y compresivas,

en las penas y las alegrías,

siempre con un par de tequilas.


Gracias a todas esas mujeres,

que han hecho que seas quien eres:

tías, primas, compañeras, jefas,

novias, esposas, colegas…

sois parte de nuestras vidas,

y, a todas, os queremos vivas.

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