Personalmente pienso que es una de las excusas más nombradas a la hora de querer establecer nuevos hábitos o realizar cambio, y lo digo porque lo he vivido. Se podría definir a la Fuerza de Voluntad o Autocontrol como nuestra capacidad para ser perseverantes en la búsqueda de cualquier objetivo. Que bien suena decirlo de ésa manera, pero la realidad que a la práctica es más complejo, porque solemos recurrir a la "falta de fuerza de voluntad" para ni siquiera iniciar conseguir nuestro objetivo y lo abandonamos todo a la primera tentación, recaída, cuando vemos qué pasa el tiempo y no hemos aún alcanzado lo que queremos o cuando simplemente nos falta motivación.
Desde mi primer embarazo subí más de 20 kg y le echaba la culpa a ello pero era un conjunto de cosas en las que estaba involucrada mi situación emocional, mi relación con la comida y lo que me llevaba a la boca, sin darme cuenta empecé a sabotearme resguardándome en pensamientos limitantes como "soy gorda pero feliz, "es culpa de..." "Ahora no puedo por los hijos y mis ocupaciones" " empiezo el lunes o el próximo mes" "comer es mi felicidad" y así podría continuar una lista enorme de excusas que repetía y terminaba creyendo, porque nuestro subconsciente no define la realidad de la ficción y se lo cree todo, de ahí que debemos no sólo cuidar la alimentación y los hábitos más conocidos como hacer deporte, dormir bien, alimentación consciente y demás, también nuestros pensamientos y emociones forman parte de nuestro equilibrio personal.
Esas creencias me han acompañado por muchos años y aún día a día trabajo en ellas más de lo que quisiera, observándolas con compasión, ya que es un camino que hay que recorrer sin hacer juicio alguno, aceptando nuestras limitantes pero no quedándonos estancados en ellas.
Si observamos los objetivos que hemos logrado en otras áreas de nuestra vida podemos ver qué tal vez has logrado estudiar una carrera, preparado tu oposición, incluso encontrando un trabajo, a lo mejor eres madre o padre, haz asumido una ruptura sentimental, cocinamos todos los días, y así podría mencionar muchas cosas logradas en nuestra vidas y que pasan desapercibidas constantemente, sin darles valor y sin darnos cuenta que detrás de ellas ha habido en nosotros una fuerza intrínseca que hace que realicemos un sinfín de actividades sin darles la más mínima importancia.
Diciendo todo ésto ¿Aún crees que no tienes fuerza de voluntad? Pues la verdad es que ¡Todos la tenemos! y podemos valernos del coaching nutricional y sus estrategias y así llevar a feliz término lo que nos proponemos con relación a cambios de hábitos de vida en alimentación y relacionados, si de verdad quieres cambiar algo en tu vida.
1. ESTABLECE TU OBJETIVO Y DEFINE EL PARA QUÉ. Mientras más específico mejor, por ejemplo: quiero bajar de peso para sentirme mas saludable, ágil con mayor autoestima.
2. VISUALIZA Y ESCRÍBELO. Está demostrado que escribir un objetivo forma parte de nuestro proceso mental de compromiso, ponlo en un lugar visible en el que lo puedas leer todos los días por ejemplo en el espejo de tu baño o incluso en la puerta del refrigerador y así cada vez que quieras desistir lo podrás leer y avivar tu FUERZA INTERIOR.
3. REALIZA UN PLAN DE ACCIÓN. Busca las acciones que necesitas para lograr tu objetivo y fragmenta en pequeñas metas, empieza con pequeños cambios y no todos a la vez, por ejemplo si tú propósito es "perder 10kg" y sientes una sensación de "NO PUEDO" solo con pensarlo, entonces baja tu meta por ejemplo a 3kg y evitarás sentir presión o resistencia, una vez alcanzada esa meta ajusta otra pequeña meta y así hasta lograrlo.
4. OLVÍDATE DE LA RESISTENCIA. Lo mejor es evitar ponerte en "línea de fuego" así no tendrás que recurrir a tu fuerza de voluntad para resistirte. Por ejemplo, para comer más sano, el punto real de decisión está en el momento de hacer la compra, no pongas en el carrito lo que quieres evitar después en casa porque te será muy difícil resistirte.
5. OBSERVA, ANALIZA Y APRENDE DE TUS PROCESOS. No todo será perfecto, si te caes permítete levantarte sin hacerte juicios y aprende de ello.
6. SIEMPRE CREE EN TI y en la capacidad que tienes para conseguir lo que te propongas.
Por último si aún con estos consejos crees que tú sólo no te vez capaz, acude a un profesional como un Coach Nutricional si necesitas ayuda ¡Déjate ayudar!
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