EL BANCO DE ESPAÑA ADVIERTE QUE EL PAÍS TIENE UN PORCENTAJE ANORMALMENTE ELEVADO DE ZONAS DESPOBLADAS

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El Banco de España destaca en su informe anual el 42% de los municipios españoles, un total de 3.403, sufren un riesgo de despoblación, proporción solo superada por Finlandia, Estonia y Letonia. En un estudio pionero en España en esta materia, el Banco de España pide realizar inversiones en favor del mundo rural con criterios de eficiencia y que se aprovechen las oportunidades que brinda el teletrabajo, el turismo rural o las energías alternativas.

“Existe un conjunto de municipios rurales cuya supervivencia a largo plazo podría verse amenazada en caso de que sus dinámicas poblacionales no se reviertan”, señala el Banco de España en un capítulo del informe anual dedicado exclusivamente a la despoblación y sus implicaciones económicas. En Francia, Italia y Alemania, el porcentaje de localidades en esa situación es del 7%, el 4% y el 1%, respectivamente.

La institución concluye que España presenta una concentración de la población muy alta si se compara con el resto de Europa, tanto en las zonas urbanas como en las rurales, sosteniendo que el país tiene un porcentaje anormalmente elevado de territorio deshabitado: si se divide en celdas de un kilómetro, tan solo el 13% están pobladas. En el resto del mapa aparece un gran blanco y no se observa nada igual en Europa hasta llegar a Laponia.

Según describe el informe, entre 1950 y 1991 se produjo un éxodo rural hacia las ciudades por la pérdida de peso del sector agrario en favor de la industria y los servicios, lo que llevó la tasa de personas viviendo en ciudades desde el 59% hasta el 79%. A partir de 2011, la menor llegada de inmigrantes foráneos también ha perjudicado a estos enclaves de la España despoblada. 

“Las provincias con mayor incidencia de municipios en riesgo de despoblación son aquellas en las que la capital de provincia presenta un menor tamaño”, dice el informe del Banco de España. En cambio, los pueblos rurales cercanos a núcleos urbanos han exhibido un mayor dinamismo a medida que los costes del transporte han caído, facilitando que se trabaje en la ciudad pero que se viva fuera.

El Banco de España reconoce que estos municipios tienen un peor acceso a servicios que las ciudades. Han de recorrer hasta 32 kilómetros de media para acceder a servicios básicos como el colegio, el ambulatorio o el polideportivo. También admite que hay que mantener unos niveles mínimos de servicios que aseguren el bienestar de estas poblaciones y hace hincapié en aprovechar las oportunidades para estas zonas en el ocio, el teletrabajo, las ventas por internet, las energías renovables o la economía de los cuidados, para lo que destaca la importancia de dotar a estas zonas de banda ancha, sobre todo ahora que la pandemia ha acelerado cambios de ubicación geográfica por la digitalización y el teletrabajo.

A la hora de abordar la despoblación, el Banco de España recomienda que se examinen las experiencias de éxito de otros países como Japón, Escocia o Italia. En el caso de las Tierras Altas escocesas, se consiguió retener al talento joven adaptando la oferta educativa a las necesidades del tejido empresarial y promocionando el emprendimiento a escala local, en parte con empresas del ámbito de la economía social. En Japón se ha seguido la estrategia de “compactar y conectar”, que consiste en la agrupación y reducción del número de municipios, que pasó de 3.200 a 1.700 entre 2000 y 2013, con el objetivo de aprovechar las oportunidades de cada grupo de localidades en torno a un núcleo central con capacidad tractora y un especial énfasis en la retención de la población joven, en línea con la experiencia escocesa. Y en Italia existe la Agencia per la Coesione Territoriale, que coordina y diseña los proyectos con fondos estructurales para el desarrollo local y la provisión de servicios en zonas rurales.

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