LAS CADENAS DE LA CULPA

|

La culpa es una de las emociones más corrosivas, ya que instala en nuestro interior, toma posesión y si no ponemos remedio nos va consumiendo poco a poco…

Además, condiciona nuestros comportamientos y nuestras decisiones. Pero donde más mella hace es en las relaciones, especialmente en la que mantenemos con nosotros mismos: baja nuestra autoestima, tendemos a pensar que merecemos un castigo, incluso puede abocarnos a comportamientos autodestructivos cuando el dolor se hace insoportable.

Por eso gestionar bien esta emoción es fundamental para nuestro bienestar emocional: Como todas las emociones, cuando aparece la culpa nos aporta información muy valiosa a cerca de las consecuencias de nuestros actos. Y nos prepara para rectificar y para aprender de lo ocurrido.

Cuando la normalizamos y no hacemos nada para gestionarla es cuando puede atraparnos como si de una mazmorra se tratase. Y empezamos a maltratarnos siguiendo la creencia tan arraigada en nuestra cultura de la asociación “Culpa-Castigo”.

La buena  gestión de la culpa empieza por cambiar “Culpa-Castigo” por “Responsabilidad-Reparación”.

¿Cómo conseguirlo?



  • Asume la responsabilidad de tus actos. Lo único que nos libera de la culpa es aceptar la responsabilidad.
  • Aprende de tus errores
  • Aprende a aceptarte tal y como eres. Perdonarnos significa aceptar que no somos perfectos y que podemos aprender
  • Reflexiona: ¿Cómo puedes compensar o reparar aquello por lo que te sientes culpable?



En algunas ocasiones es posible ya no tenga remedio. Asume igualmente tu responsabilidad y busca la forma de repararlo.

De este tema habló mucho Gandhi. Para él, no había ningún mal que no se pudiera compensar. A un hombre hindú que se quería quitar la vida por haber matado a un niño islámico, le propuso que buscase niños huérfanos de esa religión y los criase dentro de la otra religión:


Todos podemos “reparar” los males cometidos: por grande que haya sido el fallo, más grande puede ser aún la reparación…



Montse Martínez. Formadora y Máster en Psicoterapia e Inteligencia Emocional.

Comentarios