GENERACION 50

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Esta semana vamos a hablar de un vino blanco. Después de tres semanas con tintos, es necesario reivindicar este tipo de elaboraciones. Porqué si, el vino blanco no es un vino igual que un tinto, pero de uvas blancas, es distinto, y en ningún caso inferior. Rompamos tópicos; No, el vino blanco no es un vino sencillo para beber en el año. No, no produce dolor de cabeza. No, no solo armoniza con el pescado. No, no es para beberlo helado. ¿Seguimos? Descarten todas estas ideas, plantarse delante de una botella de este tipo puede ser tan placentero como cualquier otra de variedad tinta. Sino más…

La principal diferencia entre un vino blanco y uno tinto no es las uvas con las que elabora, sino el procedimiento. Mientras un vino tinto se deja durante un tiempo en contacto con la piel de la uva, lo que a la postre será el protagonista de su color; uno blanco, no tendrá ese contacto, o será efímero. Así pues, será posible la elaboración de vino blanco de uvas tintas, lo que los franceses llaman “blanc de noirs” (blanco de negras), muy usado en los vinos espumosos, aunque no exclusivo de ellos. Llegados a este punto, comentar que lo habitual es elaborar tintos con uvas tintas y blancos con uvas blancas, pero ya ven, no siempre.

Esta es la historia de un chaval de pueblo, uno como el nuestro, que quiere quedarse a vivir en su casa de siempre, en la que le vio nacer. Le gusta la agricultura, pero duda. Y tras mucho pensar, y contar con la ayuda de su hermana, piensa que la viña es un cultivo que quizás, al contrario que otros, le permita controlar todo el proceso. Desde la siembra, a la comercialización. Hagamos vino.

Sobre el año 2000; Víctor y Paula, hermanos, junto a Eduardo, cuñado y marido, deciden poner en marcha el proyecto. Tres personas que hoy son casi cincuenta. ¿Se imaginan que cada pueblo de nuestra zona tuviera al menos una empresa con cincuenta empleados? Cojamos esas viñas antiguas, plantemos nuevas, hagamos una bodega, vivamos de esto. Nada que añadir.

Bodegas Tempore está en Lécera, en la comarca Campo del Belchite, en la provincia de Zaragoza. Clima casi desértico, cierzo que azota sin piedad, lo que en ocasiones sería fatal, aquí es el maná. Baja pluviometría, diferencia de temperatura entre noches y días, viento constante. Viento que seca, que sana las viñas, que evita enfermedades. Baja producción, pero de calidad.

Tempore tiene viñas viejas, como las que ya conocéis de otros artículos, pero hoy hablaremos de una joven, la que se plantó hace cinco años. Éstas también dan buen vino. La bodega decidió plantar fiel a su filosofía; una uva de la tierra, aclimatada al infierno, ni mucho menos de moda, pero las modas cambian y la uva permanece.

Garnacha blanca ecológica y biodinámica, suelos calizo arcillosos con cascajo, 560 metros de altitud. Vendimia el 11 de septiembre, nocturna, a mano.

Como me cuenta Eduardo, la bodega es pequeña, y para competir en el hostil mercado, necesita no bajar el precio, sino aumentar la calidad, ir por delante. Generación 50 está criada en depósitos ovoides de hormigón. Cada semana damos una vuelta de tuerca a las elaboraciones, barricas francesas, luego navarras y ahora cemento. La forma de huevo del depósito, su estanqueidad y su material; aseguran el movimiento continuo del mosto, su nula evolución por el contacto con el oxígeno y su crianza sin ningún tipo de aporte de aroma, al contrario que la madera.

El resultado, 2000 botellas de puro placer. La viticultura y la elaboración aseguran una presencia nítida de la fruta; piña, mango y frutos secos, así como una boca redonda y sedosa.

Generación 50 es el homenaje a la madre de los hermanos, así como el 46 y el 20, son homenaje a su padre y abuelo. Si no sabes a dónde vas, regresa para saber de dónde vienes, proverbio que esta familia del vino aprendió desde muy temprano y que guía sus pasos.

Generacion 50 garnacha blanca 2019 546480782


Generación 50, 2019. 16€.

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