La libertad de expresión solo molesta a aquellos a los que la verdad o el ejercicio de la democracia les resulta, cuando menos, tedioso. No pensaba yo tener que quejarme de injerencias hacia este derecho que, en nuestra comarca, se torna fundamental debido a la carencia informativa de la que adolecíamos antes de la creación de este diario digital que va ya para ocho meses de vida. Es de justicia decir que, en todo este tiempo, no es la primera vez que esto ocurre, pero en ninguna ocasión había sido tan grave como lo ha sido en esta. Recibir una llamada amenazando con que "en siete días si no se retira el artículo, os llevaré a los tribunales" solo asusta al que no tiene pruebas y la información contrastada, por lo que estamos muy tranquilos ante este intento de amedrentarnos por parte del alcalde de Embid de Ariza.
Nos hemos encontrado en este tiempo con intentos de ocultarnos la verdad, con silencios administrativos que no son de recibo o con negación de datos a los que, no solo nosotros por ejercer el periodismo, sino que todos los ciudadanos tienen derecho a conocer. Hablamos de datos como los positivos de coronavirus, que los portales covid de Aragón y Castilla y León se empeñan en ofrecer de forma compleja, con fallos y caídas informáticas, actualizaciones de datos poco frecuentes o confusión de los mismos. Sí, así es y así lo denuncio. En los portales de transparencia de ambas comunidades encuentro de todo menos eso. Cifras de totales de enfermos desde el inicio de la pandemia que de un día para otro menguan, datos de confirmaciones de contagios que no se corresponden con lo ocurrido en Centros de Salud y un portal, el de Aragón, que se cuelga constantemente cada vez que le pedimos datos y nos obliga a estar una hora actualizando el navegador hasta que, con suerte y no todos los días, podemos conseguirlos. Esto es lo que nos encontramos a diario para intentar ofreceros una información que nos ayude a todos a conocer el estado de nuestros pueblos y conseguir concienciarnos para ser cautos y, entre todos, frenar esto. No quiero ni contar cuando hemos informado de positivos de algún pueblo y se ha llegado a enfadar su alcalde porque "hacemos que la gente se asuste" calificándonos de prensa amarilla por contar el avance del virus en la comarca.
También podemos hablar de los portales de transparencia de los ayuntamientos, que por ley, tienen que ofrecer toda la información a sus ciudadanos, de nuevo no solo a nosotros. Nos preocupamos por facilitar a los lectores la información más veraz posible y nos encontramos con que, en la mayoría de los casos, solo podemos obtenerla a través de una llamada al alcalde de turno. ¿Qué pasa si no quiere cogernos el teléfono porque no le interesa dar la información de forma transparente? Pasa que nos quedamos sin saber, sin conocer, sin poder ejercer nuestra obligación de informar y de velar por el cumplimiento de las buenas prácticas de nuestros gobernantes, algo que a alguno parece interesar. No voy a dar nombres de momento porque no queremos que se nos acumulen las querellas para poder atenderlas de una en una, pero todo a su tiempo.
En el caso de Embid de Ariza, donde molesta que hayamos dado voz a uno de sus vecinos (aunque el alcalde no quiera reconocerle de pleno derecho como tal), nos constan probadamente las circunstancias que Javier Baena denunciaba el otro día en nuestro periódico, como también nos consta la llamada que recibimos de Joaquín Mariscal, su alcalde, exigiendo la retirada del mismo e intentando acallarnos con la amenaza de llevarnos ante un juez. Esperamos que lo haga, pues tendrá que responder él también en esa vista sobre quién vota en las elecciones, por qué con las mismas condiciones unos pueden estar empadronados y otros no, y qué interés tiene en que en plena lucha contra la despoblación, no aumenten los habitantes de su pueblo, denuncias que hacía Baena en nuestro medio después de haber utilizado también otros soportes como El Heraldo de Aragón o Arainfo, lo que ha molestado sobremanera a Mariscal, quien gobierna el concejo de Embid de Ariza desde hace 22 años sin que nadie le afee ningún gesto, habiendo pasado ya por PP y PAR hasta llegar a Ciudadanos, donde milita de momento. Esperaremos casi ansiosos la notificación para comparecer y explicar por qué dejamos que un vecino del Alto Jalón cuente su versión. Quizá alguien todavía piense que el pucherazo es un gran invento, pero he de contar que el clientelismo y el caciquismo se acabó, en casi todas partes, hace mucho tiempo.
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