SALIDA SENDERISTA FOTOGRÁFICA AL PARAJE DE ALGONDRÓN

El Algondrón es un precioso paraje ubicado cerca de Iruecha, uno de tantos de los que podemos disfrutar en nuestro Alto Jalón. Enclavado en el sabinar de mayor extensión de Europa, en la sierra del Solorio, es zona LIC de alto interés faunístico.

Aprovechando una mañana de sábado libre nos dirigimos a realizar una salida senderista fotográfica, no puede faltar en mis rutas mi cámara a dicho barranco. Para llegar al comienzo de la ruta, hemos de desplazarnos hasta la localidad de Iruecha, situada a gran altitud, 1247 metros sobre el nivel del mar. Para llegar allí podemos acceder desde la vertiente Soriana por Aguilar de Montuenga, Chaorna y Judes, o por la vertiente zaragozana, Monreal de Ariza, Torrehermosa y Alconchel de Ariza. Todos estos pueblos e Iruecha merecen una visita amplia, pero esa mañana el objetivo era la ruta del Algondrón.

Para comenzar la ruta, debemos encontrar el cartel ubicado a la salida de Iruecha, viniendo desde Soria al lado de una preciosa laguna con mesas para disfrutar de una buena merienda. Dicho cartel y ruta, han sido acondicionados por el proyecto TRINO, Turismo Rural de Interior y Ornitología de Castilla y león. La ruta es de tipo circular de 10 km y recorreremos el cañón del barranco del Otero hasta el arroyo del despoblado del Algondrón.

Partimos pues hacía dicho barranco, por unos campos de labor y nos vamos internando en el enorme sabinar. Al ser verano, no es el mejor momento para observar aves, pero el objetivo fotográfico de esta fecha es el de disfrutar con el sin fin de mariposas que pueblan nuestro sistema ibérico tan presentes en esta zona.

Vamos descendiendo hacía el barranco, siempre por buena pista y sin dejar el camino principal, dejando otra laguna a nuestra derecha y haciendo paradas para fotografiar a las mariposas.

En una hora y media llegamos al despoblado del Algondrón, con un edificio de sillería caliza y vigas de sabina de enormes dimensiones, que por lo que dicen pertenecía a los monjes del Monasterio de Santa María de Huerta, que disfrutaban allí del verano. Precioso paraje entre roquedos, donde se pueden observar numerosas rapaces. A su izquierda se encuentra el arroyo de aguas cristalinas, y un lavadero perfectamente restaurado con un pequeño cartel haciendo referencia a la soldadesca de Iruecha. Un lugar que bien merece echar un bocado y disfrutar de los sonidos de la naturaleza… alguna ventaja nos tenía que haber traído la despoblación…

Para volver podemos desandar lo andado o seguir disfrutando de la ruta circular y del maravilloso Sabinar. Seguimos cámara en mano deleitándonos con los maravillosos colores de nuestras mariposas, el sonido de las aves y la paz del entorno hasta el punto de partida.

Otro de los lugares maravillosos que tenemos en nuestro Alto Jalón, el cuál no hemos sabido explotar turísticamente y que en cada estación del año, recorrerlo tiene un enorme interés faunístico. En noviembre volveremos para disfrutar de la observación de zorzales, buitres e incluso la majestuosidad del águila real.