LA CLAVE ESTÁ EN LA EDUCACIÓN

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Comienza el mes de agosto y lo hace con buenas noticias en lo que a la situación pandémica se refiere. Remiten los contagios en toda España y también lo hacen de forma muy significativa en el Alto Jalón. ¿El cierre del ocio nocturno y la limitación de horarios han dado sus frutos? Me gustaría decir que no, pero ahí están los datos. Ha sido imponernos prohibiciones y mejorar los resultados. Parecemos empeñados en darle la razón a aquellos que opinan que restringir es la única manera de hacernos parecer educados. Quizá ahí esté la clave, en la educación... El caso es que llevamos dos días consecutivos sin contagios en toda la comarca, el foco de Arcos de Jalón muestra claros síntomas de estar extinguido tras cinco días sin nuevos positivos en toda la vertiente soriana, y  las mascarillas y el buen comportamiento en todos los eventos culturales que hemos visto este fin de semana en el Alto Jalón han sido llevados a rajatabla. En la cultura, desde luego, el problema no estaba.

Porque eventos culturales se han seguido llevando a cabo todo el mes y han congregado público en todos ellos. Ahí todo el mundo respeta las normas que tocan. También es cierto que en ninguno de ellos había alcohol de por medio. Y es que con dos cervezas, no digamos ya una copa, a todos se nos escapa un beso furtivo, un abrazo a un amigo o un, "joder el virus, ya no me acordaba". El que diga que no, hace dos años que no se emborracha. Es imposible mantener la compostura estando de por medio la desinhibición que hace que se te olvide todo, aunque tengas educación... Lo siento por el ocio nocturno, pero si nos vamos antes a casa, menos tiempo nos ha dado a bebernos el último, que es el que nos hace meter la pata. La cultura sí tiene cabida, pero por la noche el espectáculo no suele estar en un escenario, sino más bien en la pista de baile y en la barra.

Ahora nos espera un mes de agosto con los pueblos del Alto Jalón llenos de los hijos que nos faltan, algunos de ellos desde hace mucho tiempo, y se espera, en más o menos una semana, una nueva apertura de las restricciones si la tendencia continúa a la baja. Incluso el Gobierno de Aragón podría anunciar hoy que vuelve a permitir las fiestas patronales. Si volvemos a ser unos melones, nos reuniremos de nuevo en la barra sin mascarilla, nos daremos abrazos a las tres de la mañana y nos reiremos otra vez del virus ninguneando su amenaza. Ayer en una terraza me decía un antiguo amigo: "¿No me vas a dar un abrazo o qué?". Desde aquí te lo digo, cuando esto se acabe no quedará un solo ombligo que con el mío se funda celebrando la supervivencia de la especie. De momento, a metro y medio y con la mirada te sonrío. Es el mejor gesto con el que puedo demostrar amor, con el deseo y los actos necesarios para asegurarnos seguir vivos. Pensemos todos en llevarlo a cabo. Aunque como previendo el futuro, auguro un septiembre oscuro. La falta de educación de nuevo nos amenaza.

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