La vida supone ir pasando etapas, aprender, crecer, evolucionar… Y todo a través de los cambios que se van produciendo en nuestro entorno, en nuestras responsabilidades y en nosotros mismos. Es como si en cada etapa viviésemos diferentes vidas que empiezan, se desarrollan y terminan…
El problema llega cuando el inicio de una nueva etapa nos pilla con el paso cambiado o con miedo a los cambios, aferrándonos y resistiéndonos a envejecer. De todo esto tomamos más consciencia cuando llega el día de nuestro cumpleaños, especialmente cuando estamos cerca una nueva etapa.
Y es que, al fin y al cabo, cumplir años supone un duelo interno, ya que es necesario aceptar que hemos perdido parte de nuestra juventud y debemos aprender a vivir con lo que somos y lo tenemos en ese momento.
Y aquí está la clave para superar ese duelo: no centrarnos solamente en lo que perdemos, sino también en todo lo bueno que tenemos, lo que hemos aprendido, la experiencia, la madurez… De no ser así, ¿Qué sentido tendría la vida?
Las dificultades aparecen cuando sentimos que hay pocas cosas positivas que nos ha aportado cumplir años, cuando tenemos poco o nada que poner en el otro lado de la balanza: entonces psicológicamente no podemos compensarlo con lo que hemos perdido y aparece una crisis que nos lleva a la frustración.
Esta crisis puede aparecer en cualquier momento de nuestra vida, aunque son más frecuentes en las diferentes etapas de nuestra existencia. Estas etapas suelen coincidir con los 15 o 20 años, a los 30, a los 40, a los 50 o 60 y a los 70 años.
¿En qué etapa estás tú?
Al igual que prevenimos posibles enfermedades, a nivel físico, es importante que también trabajemos la prevención a nivel emocional para no quedar atrapados en una de estas crisis.
¿Cómo conseguirlo?
Acepta de antemano que en cada etapa de tu vida aparecerá una crisis existencial. Espérala y utilízala para replantearte si estás en el camino que te habías marcado o si te has desviado mucho. ¡Y actúa en consecuencia!
Sube tus defensas emocionales para cuando llegue la crisis: Crece, aprende, haz actividades que te llenen, que te aporten algo… Todo con el objetivo de compensar el otro lado de la balanza. Esto te ayudará a sentir que cumplir años ha valido la pena y a ver la parte más positiva de tu existencia.
Entonces, y solo entonces podremos celebrar realmente lo que significa cumplir años: Un día para celebrar nuestra existencia, el aprendizaje, la experiencia y las oportunidades que nos faltan por vivir…
Montse Martínez. Formadora y Máster en Psicoterapia e Inteligencia Emocional.
Comentarios