UN CAMBIO DE MODELO PARA PROTEGER EL CAMPO

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Al hilo de las manifestaciones de este fin de semana, en la que de nuevo hemos visto tractores en el Paseo de la Castellana, he de decir que creo que tenemos las soluciones en la palma de nuestra mano. Estoy de acuerdo con ganaderos y agricultores en que debemos proteger su trabajo. Tenemos que promocionar canales de venta directa entre productor y consumidor que ofrezcan un precio justo a la cadena alimentaria, sin que tanto intermediario contamine y se reparta los beneficios que otros genera trabajando. 


Tenemos que proteger a nuestro campo, a aquel que trabaja y vive en nuestros pueblos y busca ser sostenible, tanto en el bolsillo como en el medio ambiente. No podemos permitir que vengan tantas naranjas de Sudáfrica, que bajen el precio de las que produce nuestra gente en Valencia y les sea más rentable a los agricultores dejarlas perderse. ¿Quién tiene en cuenta el incremento de precio que deberían tener esas naranjas por estar contaminando tanto viniendo desde campos a 11.000 kilómetros? ¿Por qué no tenemos en cuenta que la producción debe hacerse cerca de la población que va a consumirla para que no nos carguemos más esto? ¿A quién le interesa esta especulación constante en la que vivimos, que hace subir y bajar precios perjudicando siempre a los mismos?


Y pensando en todo esto, también observo... ¿por qué tenemos que producir carne aquí para mandarla a otros países? ¿Por qué si pedimos proteger a los nuestros con el consumo interno y el medio ambiente como argumento, no nos aplicamos el cuento? Hay que cambiar el modelo. Es un problema global que el medio ambiente exige que revisemos. Lo mismo digo con la producción de energía... ¿Por qué no producirla directamente en las casas y empresas, y no en mega parques o mega centrales que estropean nuestra tierra? De nuevo el modelo en el que vivimos nos impide hacerlo. Mientras las decisiones importantes que se tomen puedan ser influenciadas con dinero, tendremos lo que merecemos. No dejemos que terminen de matar la vida de nuestros pueblos con esos mega proyectos que no nos van a dejar nada más que males. Ahí queda eso.



Feliz semana altojaloneras y altojaloneros


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