Una ráfaga de luz
se filtra entre oscuras nubes,
va bajando la epidemia.
Con alegría descubres
que es posible que volvamos
a disfrutar las costumbres.
¡Que vuelva ya el carnaval
con alegría y disfraces!
Que nos devuelva aquel tiempo
de lo que fuimos capaces.
Retrocediendo en el tiempo,
día a día ya es recuerdo…
Olvidar confinamiento,
recuperar lo perdido,
porque se lo llevó el viento.
Hay que echarle más valor
y ya no tenerle miedo.
Si después de las vacunas
aún volvemos a cogerlo,
se ve que es como un catarro.
La vida ya es más sencilla:
por la calle, si queremos,
ya vamos sin mascarilla.
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