SONETO A CÁNTABOS

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El árbol seco sobre un cielo roto,

sus ramas, memorias, visten desnudas,

¡oh, Cántabos! Naturalezas mudas

soñando en mutarse por fin del loto.


Un cielo rasgado que busca el soto,

un abejaruco surca sin dudas,

¡oh, Cántabos! Tierras y gentes rudas,

y el árbol posando para la foto.


Clama la lluvia poder regresar,

dar al abejaruco su pincel,

amamantar la madera de hielo.


Ruinas al fondo no quieren mirar

el silencio de la tierra aguamiel.

Cántabos, abejaruco, árbol, cielo.

Cantabos


Foto: Javier Tejedor



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