EL APÓSTOL SOCIAL -AMBRONA 1903

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Hacia 1903, Ambrona contaba con unos 60 vecinos, “todos pobres y desangrados por la usura”, según la prensa de la época. 


La actividad bancaria en España nace en 1792, con el Banco de San Carlos. A lo largo del siglo XIX, solo unos cuantos bancos controlaban la actividad económica del país. A principios del siglo XX, el Banco de España contaba con unas 58 sucursales y las Cajas de Ahorro, o institutos de beneficencia, eran unas 65 sobre todo en la Comunidad Valenciana y Cataluña. Una vez más, se hacía patente que el acceso bancario y al crédito, era muy deficiente en la España rural.

Ambrona contaba con un párroco, Pantaleón García Zarza, que, viendo la miseria de su pueblo, creo lo que se conoció como Caja Rural Católica de Ambrona, para facilitar el acceso al crédito a aquellos sufridos vecinos.


Los requisitos para entrar en la sociedad cooperativa eran cuatro: 1) Estar inscrito en la parroquia de Ambrona, o en las que confinan;2) observar buena conducta moral y religiosa;3) hallarse en pleno ejercicio de los derechos civiles; 4) saber leer y escribir. La sede de la Caja se establece en el ayuntamiento.


El funcionamiento de la entidad era el siguiente en palabras de su fundador: "Se funda una sociedad que se llama Caja Rural. Los socios responden solidariamente de las operaciones de caja. A continuación, se forma la certificación de la contribución, que pagan todos los socios y se manda al Banco de España. Despues de enterarse de la solvencia de los socios, señala a la caja un crédito, del que pueden disponer libremente, sin más garantía que la escritura de la fundación, en que conste que todos los socios responden con solidaridad ilimitada".


Pero ¿cómo podía salir adelante una Caja Rural con 60 vecinos? En un principio había solo 15 socios, el mínimo requerido y la verdad que sacar adelante aquella entidad era poco menos que tarea imposible.


Para 1906, se había prestado a los socios 8631 pts. 4400 tomadas del Banco de España, 3000 del Banco de León XIII, y 1400 de las cartillas de los socios. Teniendo en cuenta que para ese año la existencia en la caja era de 235 pesetas y el fondo social de 15, los habitantes de Ambrona necesitaban poco menos que un milagro para salir adelante.


Para 1928, Pantaleón, “el apóstol social”, pues así se le conocía, había fallecido y Ambrona quiso homenajearle con motivo del 25 aniversario de la fundación de la Caja Rural Católica de Ambrona.

Pero ¿qué había sido de aquella pequeña entidad? Para 1928 se había convertido en la caja regional pues tenía socios en 40 pueblos de la comarca. Los préstamos concedidos pasaban de los seiscientos mil y los reintegros cuatrocientos mil. Y sus cuentas estaban más que saneadas. La gran idea de D. Pantaleón, salvó de la ruina y el hambre a muchas familias del Alto Jalón. Además, estuvo detrás de la fundación de muchas cajas a lo largo del Jalón.


La Caja Rural de Ambrona fue la segunda en la provincia de Soria, la primera en la diócesis de Sigüenza y una de las primeras de España, gracias al coraje y empuje del apóstol social: Don Pantaleón García Zarza, el párroco de Ambrona.

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