El ratón se había escapado, y los niños de la clase, de manera espontánea y desordenada, se pusieron a buscarlo por el aula. Pasado unos minutos, el profesor llamó a la calma y, acercándose a Stevland Hardaway Morris, que permanecía quieto, sentado en su silla, le pidió que ayudara a encontrarlo, porque sabía que poseía un don especial: tenía el oído más agudo de todos los alumnos del colegio, gracias al esfuerzo diario que hacía para comunicarse con los demás, pues era ciego. Esa fue la primera ocasión en que Stevie sintió que se apreciaba la fineza y sensibilidad de su oído y se ponía la atención en ellas, en lugar de en la limitación de su vista.
Aquel sencillo acto de aprecio fue el comienzo de una nueva vida para Stevland. Desde ese momento, desarrolló de manera extraordinaria sus capacidades auditivas. Y aprendió a tocar instrumentos musicales, de modo especial el piano, la batería y la armónica, y compuso temas de mucho éxito, hasta convertirse, bajo el nombre artístico de Stevie Wonder, en uno de los músicos más populares de los últimos tiempos.
Esta historia fue contada por Paul Harvey en su programa.
JALON
NOTICIAS.ES
Comentarios