LA MUJER RURAL Y SU TRACTOR

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Ha sido este un fin de semana en el que la mujer rural del Alto Jalón se ha vuelto a destacar por su capacidad emprendedora y generadora de negocio. En la redacción del periódico han sido bastantes las noticias redactadas entorno a las figuras femeninas y su voluntad firme de generar negocio y empleo en nuestra comarca. No solo en nuestro diario digital, sino también en muchos otros, cada vez son más los ejemplos de emprendimiento fememino que sobresalen en el mundo rural por encima de prácticamente todo.


Que el futuro de los pueblos pasa por las mujeres es algo de lo que estamos  convencidos desde hace ya mucho tiempo. En realidad, queramos o no darnos cuenta, el futuro del mundo pasa por la mujer. Son ellas las que tiran del carro. Son ellas las que crean y generan. Son ellas las que innovan, cambian y pelean para que nuestro entorno se dinamice y se mantenga vivo. Sin embargo, la imagen de la mujer rural sigue impertérrita, encajada en la fotografía de una mujer de 30 años, con vaqueros y camisa de cuadros, acompañada en muchas ocasiones de un sombrero de paja, un tractor y, eso sí, para que se note modernidad, una tablet en la mano.


Pareciera que el mundo rural solo permita la oportunidad de ser granjera o agricultora. Pareciera que en el pueblo solo se pueda vivir de producir carne, trigo o cebada. Pareciera que la imagen que se quiere dar de la mujer rural es esa, la de una ganadera o agricultora, heredera de la tradición de su padre y continuadora de una labor hasta ahora eminentemente masculina. Y sí, eso también está cambiando y tiene un gran valor. Cada vez son más las agricultoras y ganaderas, pero es que esto lo han sido de toda la vida en nuestro mundo rural ¿O es nuevo ahora?. Ahora, las cosas son diferentes. Sí, las hay emprendiendo en lo rural ligadas al campo, realizando la labor tradicional de siembra y siega, pero hay muchas más innovando y, sin embargo, la foto siempre es la misma si hacemos la búsqueda en Internet. Probad vosotros y poned en 'Google imágenes' las palabras "mujer rural". ¿Qué veis?


En el Alto Jalón contamos con ejemplos más que de sobra que tumban todo esto. Para empezar, ligadas al campo y a la tierra están Yoli de Alconchel y su negocio de servicios a la agricultura, vendiendo desde fertilizantes hasta selección de semillas; Carlolina, que ha decidido hacer en el Alto Jalón Aceite de Oliva Virgen Extra desde sus campos de Montuenga de Soria; o incluso Clara, con su huerto de flores de Somaén y su negocio de venta en Internet. Pero también están las comerciantes, panaderas, pasteleras, hosteleras, peluqueras, propietarias de casas rurales, maestras, tatuadoras, peluqueras caninas, veterninarias, fisioterapeutas, directoras de residencias de mayores, asistentas sociales, gestoras culturales, artistas, comisarias de Arte, guías turísticas, administrativas, cuidadoras, enfermeras, doctoras... ¡si tenemos hasta una adiestradora de aves que ha estrenado este fin de semana en Alhama de Aragón sus vuelos de rapaces!


Basta ya de fotos de mujer rural subiéndose en tractores, tablet en la mano, con los rayos de sol bañando su pelo dorado y súper bien peinado, entre espigas de cereal, para conseguir preciosas instantáneas de Instagram. La mujer rural es eso y mucho más. Las mujeres rurales son todo lo que ellas quieran desarrollar. Porque ellas son nuestro tractor, cambiemos de una vez la imagen que damos de ellas hacia el exterior. No hemos conseguido hasta ahora hacerlo con ninguna de las actividades rurales, que para los urbanitas seguimos llevando la boina y se asombran de que tengamos asfaltadas las calles. Quizá por eso nos siguen tratando con la condescendencia que lo hacen, creyendo que desde la ciudad pueden decidir sobre nuestra vida, de la que nada saben. Hagamos ahora un cambio de imagen con nuestras mujeres para adecuarlo a la realidad. De ello depende que todo después cambie. ¿Les damos su verdadero lugar?

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