UREX DE MEDINACELI

Fuente Calzaizo

    El Rincón cierra el repaso de las pedanías de Arcos de Jalón, con UREX DE MEDINACELI.  No se nos había olvidado este rincón,  tan importante y pintoresco como todos los repasados anteriormente.

Molino viejo de Urex.

     Antiguamente perteneciente al Ducado de Medinaceli, situado en el valle del rio Blanco, entre las también pedanías de Layna y  Velilla, rodeada de los pueblos de Sagides, Velilla, Somaén y Arbujuelo. Siguiendo el curso del rio Blanco en dirección a Velilla, y un poco más abajo de esta pedanía nos sorprende el viaducto del AVE por su longitud y altura, uno de los más importantes de la línea de alta velocidad  férrea entre Madrid y la Frontera Francesa.

     El gentilicio de los habitantes de UREX DE MEDINACELI  es “ UREÑOS “. Aunque su nombre indica UREX DE MEDINACELI, esta población pertenece como pedanía a Arcos de Jalón, la pequeña localidad se cree que significa “ AGUA CLARA “ debido a la gran cantidad de manantiales y fuentes que fluyen y riegan sus tierras. El paraje de VALDICIERVOS, con ocho ojos forman “ EL NACEDERO “ sus caudales se juntan en un arroyo en los “ PRAILLOS “ dejándose caer en una cascada para unirse al rio Blanco, entre los caudales  destacamos “ EL CALZAIZO “ que surte como fuente a los habitantes de Urex de agua limpia y fresca, también está la “ LA FUENTE DE LA TOBA Y LA FUENTE DE UREX “ estas al sur del pueblo.

     Dentro del pueblo destacamos la Iglesia de “ SAN BERNABÉ “  con su pila bautismal del siglo XIV varias esculturas y retablo, así como una campana romana que data de 1653.

Iglesia de San Bernabé.

     Sus casas construidas de piedra y argamasa, lugar tranquilo y recogido, sede de artistas donde han encontrado el lugar perfecto para su inspiración. Otro rincón con magia personal, donde disfrutar alejados del mundanal bullicio y sin prisas, el tiempo aquí es lo de menos, recomendamos su visita en primavera por su esplendor de aromas y floración y en verano por su frescor, puesto que el invierno es duro y muy crudo debido a su altitud, pero no menos bello y acogedor junto a una buena lumbre en compañía de algún lugareño contando sus historias vividas.