EAU DE JALÓN, LE PARFUM

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Si a mediados de noviembre ya se intuía la Navidad en muchos ámbitos de la vida, no es descabellado ir pensando en Carnaval.


Nos hablan del poder del tiempo, que es oro. Y se nos escapa en la estupidez de adelantar todos los acontecimientos un mes, por lo menos. La Navidad se lleva la palma de la tontería. Un mes y medio de antelación. ¿No es demasiado? ¿Te imaginas que te felicitasen el cumpleaños la semana anterior? Pues eso, felicitar la Navidad el doce de diciembre o hablar de esta Navidad quince días antes, o desear feliz año el día de la lotería… anticipos. Los días en los que más se usa la palabra solidaridad, veremos la que nos queda el dos de enero… Carpe diem, pero piensa a dos meses vista, contradictorio.


Es la mejor época para ver la televisión, da igual qué canal. Champanes para brindar, gulas del norte y del sur, películas del año, mucho pino decorado, ediciones limitadas a mitad de precio, mucha publicidad infantil, sobre todo, que los niños arrastren a los padre y abuelas, no falla. Pero lo más alucinante son los anuncios de colonias, no sé si salvaría alguno. Por ejemplo, les recomiendo el de chanel nº5: chico y chica bien vestidos, como solemos ir cualquier lunes de diciembre. Ambos luciendo sus miradas más apasionadas, levitando sobre un paisaje lanzaroteño con suelo aurífero e intentando alcanzar la Tierra (¿o la Luna?) mientras una voz que ya nos es tan familiar como repelente, nos recuerda el número mágico de Chanel. Si tuviéramos amigos o amigas que nos susurraran al oído algo así como Chanel número 5, eau de parfum, como es el caso del anuncio, le preguntaríamos si estaba enferma o que fuera al logopeda. Pero como hoy es el Día Internacional de la Neutralidad, me quedo a mitad de camino entre la condescendencia y la crítica. Y entre el mar de anuncios y el pensamiento puesto en Carnaval para disfrazar el tiempo de regreso al futuro, una recomendación: “Eau de Jalón”, Fran Álvarez Marín, embótala junto a unas ramas de pino, una etiqueta con el “Santismo” y el bote en su pétrea mano, y regala una muestra con cada periódico. Ya es Carnaval en El Alto Jalón, la publicidad manda.   

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