ME PIDO UN TREN POR NAVIDAD

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Como si de una metáfora de la situación del ferrocarril que surca el Alto Jalón se tratase, y perdónenme el humor negro, en la vía aparece un cadáver que interrumpe el servicio y provoca un retraso de más de dos horas que afecta, una vez más, a los cada vez más escasos pasajeros que utilizan el tren para ir y venir de las capitales, o trasladarse entre nuestros pueblos. Desde Medinaceli, donde más que una estación hay ya un ajado apeadero, destrozado por el vandalismo y los años de inversión cero, se queja una pasajera al único lugar donde su grito puede ser oído, El Alto Jalón y el Facebook.


De nada ha servido lo poco o nada que hemos hecho para alejar al ferrocarril convencional del olvido. Lo que otrora fuera motor de desarrollo de muchos municipios, como Arcos de Jalón; aquello que consiguió llevar a su máximo esplendor a Alhama de Aragón y su termalismo; ese que recogía la remolacha de todas nuestras tierras, que vertebraba el territorio haciendo que lo que estaba lejos pareciera más cerca... Ahora solo queda para alguna queja ahogada cuando llega tarde (casi cada noche y cada mañana), para tener a Cetina levantada intentando sostenerlo cada primer domingo de mes, y para que Comarca KM0 lo utilice cada vez que tiene una andada a alguno de nuestros pueblos.


Llegamos tarde al tren, Alto Jalón. No es mi opinión, es la de cientos y cientos que cada primer domingo de mes se quedan en su cama, quietos, para ver pasar el tren a lo lejos, parando menos cada vez, dando peor servicio y dejando cada población aislada, sin posibilidad de que pase nada más que el tiempo, y que nos convirtamos en eso que ellos quieren que seamos: la España Vaciada. Ha sido un cadáver en la vía esta vez, pero el tren llega con retraso una de cada tres, provocando con esta dejadez, que lo abandone todavía más el usuario. Es la pescadilla que se muerde la cola, mientras los demás la miramos sin poner solución a esta oda a la despoblación y a la falta de servicios.


No vamos ni a la manifestación de cada mes en nuestra estación. No nos nos importa que haya un tren que viene desde Madrid hasta Medinaceli para que los pasajeros destino Soria cojan allí un autobús, mientras arreglan por fin la línea Torralba-Soria, y que el convoy se vuelva a dormir a Torralba del Moral, bajo un túnel, en lugar de ir hasta Arcos de Jalón, donde ya hay vigilancia. Algo que permitiría, al menos temporalmente, que hubiera dos trayectos más de ida y vuelta uniendo a toda nuestra vertiente soriana con la capital de España. Nos da igual que haya varios trenes que no paren en Alhama en su trayecto Lleida - Madrid - Lleida. Nos resbala que en la estación no funcionen las autoventas que se pusieron para sustituir al "factor", y que luego, además, no pase el revisor desde Ateca hasta Santa María de Huerta, y no contabilicen el uso real del tren para luego poder decir es de que "ya no lo coge nadie". 


Y además, tengo un largo etcétera de razones por las que deberíamos levantarnos y pedir soluciones. Nuestros jóvenes podrían moverse entre nuestros pueblos a las actividades que unos y otros proponen, si tuvieramos un tren con buenos horarios y en condiciones. Nuestros mayores podrían acudir en él a sus médicos o a hacer compras de cosas que no hay en el pueblo. Podría utilizarse para ir y volver en el día a la Universidad, a una reunión en la oficina de esa que ha vuelto al pueblo decidida a teletrabajar; o para hacer una salida al cine, o a ver las luces de Navidad... Todo ello en un transporte sostenible, limpio y... claro, tendría que ser de calidad. ¿Se lo pedimos a Papá Noel o nos ponemos a trabajar?


Altojaloneras, altojaloneros, Feliz Navidad.


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