DOBLAR LA RODILLA

|

PORTADA

Lienzo de la Virgen Santísima



El archivo de la parroquial de Embid de Ariza es rico en conocimiento, detallado, capaz de transportarnos a una época anterior, diferente, centrado en las cuestiones religiosas, la necesidad de salvar el alma y vivir en comunidad. En este artículo voy a tratar de transportarles a un momento anterior al que conocen de la Iglesia de Embid de Ariza y poder descubrir qué secretos guardaba en su interior.



Giramos la rueda de la máquina del tiempo en sentido contrario a las agujas del reloj hasta hacer tope, pasados unos segundos salta un cartel con la fecha 1562 donde nos detenemos, hoy no podemos ir más atrás. Ante nosotros se levanta un templo de estilo románico construido sobre una muralla de cantería y estribo que la defiende del daño del río. Para poder entrar hemos tenido que atravesar un pórtico a modo de atrio que forma parte del cementerio en la pared norte de la Iglesia. Éste sirve para enterrar algunos párvulos y adultos miserables. Recientemente han puesto unas medias puertas con cerradura para evitar el paso de ganado y permitir el de las procesiones que discurren por el pasadizo que a continuación nos conduce a la entrada principal que se abre al occidente. Es paso es estrecho y se llena de lodos en tiempo de invierno. La portada es hermosa y se disfrutan de bellas escenas en sus capiteles. Mientras, cruzamos el umbral y el interior del edificio se descubre ante nuestro asombro. Es elegante, con las paredes lucidas de blanco, de construcción sólida aunque algo deteriorada, es un templo realizado tres siglos antes, de ahí los muchos reparos que ha sufrido debido fundamentalmente a la proximidad del río y sus fuertes avenidas.


Planoxvi

Plano de la Iglesia de Embid de Ariza en el S. XVI, interpretación.



Tiene una planta cuadrangular, alargada, que converge en el ábside donde se encuentra la capilla mayor. El cuerpo de la iglesia tiene diez bancos de madera para los feligreses y está dividida en tres naves. En la última se encuentra la tribuna, encima de la puerta principal que acabamos de pasar, a la que se sube por una escalera. Tiene un facistol grande de madera para los libros de canto, el arco que va de lado a lado es soportado por un pilar de madera en el centro, debajo en el rincón está la pila de bautismo protegida por una tapa de madera que hace poco mudaron ahí. Pronto habrán de poner una reja para evitar que las mujeres tomen el agua aun cuando tienen pena de excomunión. En la capilla mayor hay un atril para los misales y otro para las epístolas. Entra una luz difuminada por la pequeña ventana que hay sobre el altar cuya vidriera se ha hecho de alabastro. El altar que estaba hueco y no con la decencia que convenía se ha hecho de piedra y yeso macizo, en el suelo pusieron unas tablas para evitar la humedad y la pared recién revocada de cal. La imagen de Nuestra Señora del altar mayor tiene puesto un manteo de damasco blanco y le están haciendo un guardapolvo de terciopelo y raso.



No puedo evitar dirigir la mirada hacia una cruz mal apoyada en la pared, es de plata grande, labrada de mazonería*, armada sobre madera, toda cercada de esfera que tiene en una parte un camafeo encarnado con diadema y pomo y cabellos dorados, a los lados tres imágenes pintadas y a los pies un escudo de armas. En la otra parte tiene los cuatro evangelistas pintados y en medio tiene un Jesús dorado con bollones grandes y pequeños. Por remate no se hace faltar mas que una cruz de la esfera. Tiene su pie redondo labrado de mazonería, abontonados por el medio y plata labrada de niquel que pesará ocho marcos.



Del ábside, en el lado del evangelio hay una pequeña puerta de madera que nos conduce a la Sacristía, ésta es reducida, y sus paredes están muy deterioradas. Hay toda clase de ornamentos y unos cajones grandes de nogal que sirven también de archivo, ahí se recogen una cantidad elevada de libros, de maitines, vísperas y misas. Hay uno posado sobre una pequeña mesa, que nos crea cierto desasosiego, de conjuros y exorcismos que parece que están consultando. Bajo un pequeño cuadro de San Jerónimo se encuentra un gran arca para guardar los frontales y otras prendas.



En este año se habían realizado los retablos que habían encargado a Martín de Valdoma, maestro entallador y la pintura de los retablos colaterales a Pedro de Romero, Santiago de Vegil y Juan Caballero todos vecinos de Sigüenza. Valdoma fue uno de los entalladores más relevantes de los talleres seguntinos de las décadas centrales del siglo XVI, había terminado el retablo mayor de la parroquia de Alconchel de Ariza en este mismo año, también trabajó en otros como el de Paracuellos de Jiloca y Caltojar 1


Alconchel

Retablo mayor de la Parroquia de la Virgen de la Leche. Alconchel de Ariza, foto: Jesús Criado


Catojar

Retablo mayor de la Parroquia de San Miguel. Caltojar, foto: Jesús Criado



Pocos años después, Pedro de los Llanos, Visitador general de todo el Obispado de Sigüenza, visitó el Santísimo Sacramento y vio que el Relicario estaba viejo, podrida la madera y quebrado, tiene por dentro unas aberturas tan fuertes que hay peligro que se agujeree. Mandó que se hiciera un relicario del tamaño que el otro aunque más ancho y de más hueco interior, que dicha talla no excediera de 20.000 maravedís. Para ello se encargó al maestro Francisco Binuesa, vecino de Sigüenza de la talla del Relicario por 1.576 sueldos. La pintura la realizó Francisco Martínez, pintor, vecino de Bordalba por 1.378 sueldos, haciendo un total de 2.954 sueldos. Francisco Martínez el Viejo había realizado la policromía del retablo mayor de Alconchel tallado por Vandoma. Hoy tan sólo conservamos el expositor o manifestador, una pieza aislada que por fin encajamos en este rompecabezas, muy similar a los encontrados en Paracuellos de Jiloca y Ateca, que durante años se ha utilizado como parte del Monumento del Jueves Santo.


Relicario

Antiguo expositor de la Iglesia de Embid




Otro Visitador, el Ilustrísimo Señor Don Juan Manuel Obispo y Señor de Sigüenza, vino en 1578 y tras suspender a varios feligreses sobre la doctrina cristiana pidió la llave del Santísimo Sacramento y abrió el Relicario, sacó la custodia y miró con una vela. Acabada de visitar retornó a encerrar en su relicario y comenzó a entonar el himno de veni creator spiritus y fue cantando a versos con los sacerdotes hasta la pila bautismal y en ella vio las santas olieras. Allí mismo visitó las sepulturas de los finados. Mandó se hicieran y pintaran los tres lienzos que están en los retablos de la dicha iglesia de blanco y negro. El del altar mayor con un descendimiento de la cruz y en los otros dos las insignias de la pasión. De nuevo Francisco Martínez, pintor, sería el autor estas sargas para los altares de la iglesia no pudiendo exceder para ello de 2000 sueldos.



Han bajado unas figuras, dos imágenes de bulto, de buena talla. La primera es San Roque y la otra San Blas, ambas están juntas y parecen realizadas por el mismo artista. También hay un Cristo crucificado que descansa brevemente en el suelo mientras lo limpian. En este momento están colocando un confesionario nuevo, el martilleo sobre la madera retumba en toda la nave, Juan de Romera es el carpintero encargado de su construcción. Nos alejamos de su puesto de trabajo para observar el resto de las estancias.


Roqueblas

Imágenes de San Roque y San Blas de la Iglesia de Embid




En la primera nave, en el evangelio, se encuentra el Altar de Nuestra Señora del Rosario, con la imagen de la Virgen. Esta devoción nació en el año 1506, con la Cofradía instituida por D. Lorenzo de Figueroa y Fray Pedro de la Vega y es la más antigua de Embid de Ariza. La primera constancia concreta de este altar se encuentra en la sepultura de María Sánchez, que es enterrada delante del altar en el año 1593, desafortunadamente no hay prueba documental de la edad de la imagen, si bien parece anterior al actual retablo de Nuestra Señora del Rosario que se conserva en la actualidad en dicha Iglesia. Hoy en día esta imagen que se encuentra en el cajonero barroco de la sacristía y también perteneció al altar de la Ermita del Rosario erigida por Martín García y Catalina Rubio en 1686.


Virgenrosario

Talla de la Virgen del Rosario de la Iglesia de Embid




Este altar disponía de una sarga, que era pintada al temple sobre lienzo, con el dibujo de una columna, en relación a la escena de Cristo atado a la columna, una de las insígneas de la pasión. También llamado velo de Pasión que servía para cubrir los retablos y las imágenes durante la Cuaresma y Semana Santa impuesto en el Concilio de Trento con la Contrarreforma a mediados del Siglo XVI.


Sargas

Diferentes Sargas representando las insígneas de la Pasión 2


 


Enfrente de este altar, en el lado de la epístola, se encontraba la capilla del Santo Nombre de Jesús, bajo la advocación de San Sebastián. Esta talla, de pequeño tamaño, representa al Santo en su martirio, atado a un árbol y asaetado en lugares no vitales para poder alargar la agonía de su muerte. La sarga de cuaresma pintada por Martínez representa a Cristo en el regazo de la Virgen, pintada también en blanco y negro.


Sebastian

Imagen de San Sebastián de la Iglesia de Embid de Ariza




A partir de 1618, esta capilla tomaría el nombre de Mosen Gregorio Asensio pues bajo ésta se encontraba dotada su sepultura para él, sus esposas y hermanos aunque fuera enterrado en medio de la Capilla Mayor en 1638, como pago dejaría la Iglesia dos cuadros, el Salvador y la Virgen Santísima.


Salvadorvirgen

El Salvador y la Virgen Santísima de la Iglesia de Embid de Ariza




La primera referencia al altar la encontramos en la sepultura de María de Andrada, en 1582, donde fue enterrada. La capilla también tenía fundada una cofradía, la del Santo Nombre de Jesús en el año 1585. El elemento principal en las procesiones de esta hermandad, en especial la del Domingo de Resurrección, era la talla de un niño Jesús. Para lograr este fin se mandó hacer la figura en el año de 1593 y en 1615 su peana en Calatayud que costó 200 reales de vellón. Actualmente a este Jesús nos referimos como el Niño de la Bola. En su base podemos leer: “IN NOMINE IESV OMNE GENV FLECTATUR” que quiere decir “al nombre de Jesús toda rodilla se doble”. Durante años en la procesión del Domingo Santo también se saca al encuentro con Jesús la imagen de la Virgen María con el niño. Curiosamente el 21 de enero de 1608 se fundaría la cofradía de San Sebastián y San Fabián y compartirían capilla de momento.


Niu00f1obola

Imagen del Niño de la Bola de la Iglesia de Embid de Ariza



Peanabola

Detalle de la base del Niño de la Bola


Virgen

Imagen de la Virgen con el niño Jesús

 



Un terrible estruendo nos desconcierta. De repente el ábside de la Capilla Mayor es derribado, el maestro de cantería, Pedro Lacuesta, mira los planos con la traza de la nueva planta de la Iglesia. Ésta se ha quedado pequeña, el pueblo crece, y es inevitable un cambio importante en la estructura del templo. Estamos en el año 1645 y el nuevo trazado pretende alargar la nave llegando casi al límite con las casas de la calle real, lo justo para el paso de un carro. Para ello es obligatorio mudar el tabernáculo del Santísimo Sacramento. El cura ha elegido el lugar que le ha parecido más conveniente mientras duren las obras. Andrés la Huerta, maestro de albañilería, será el alarife encargado de la obra de la capilla y de otras mejoras, para ello trabajará en los arcos. Domingo López y Julián de Arana levantarán la nueva capilla y abrirán los cimientos lo necesario para su apoyo. Lo deberán hacer con sumo cuidado y decencia, pues bajo el coro y capilla mayor en la parte del evangelio hacia la puerta de la sacristía se encuentra la bóveda o carnero debajo de la tierra dotada perpetuamente la sepultura del Reverendo Mosen Juan García desde 1568, y no deberán poner bulto y tumba encima.



También es necesario hacer una Sacristía nueva, ésta se encuentra en el lado del evangelio con una puerta que da al presbiterio, se encargará Toribio de la Peña, haciendo buenas mejoras de ésta. Jerónimo de la Barbera, oficial ensamblador se ocuparía de labrar la ventana de la sacristía, poner el retablo y adobar* los cajones.



En 1649, cuatro años después que comenzara la obra el Señor Visitador, Pedro de Anguita capellán mayor del obispado, tomó para la Iglesia dos santos de bulto estofados y dorados, se trataban de San Pedro y San Juan Bautista, pagándose diez ducados por uno y el otro en pago por la sepultura y ornamento del licenciado Juan García, cura que fue de Sisamón. Ambos los encontramos colocados en el actual retablo de la Iglesia.


Juanpedro

Imágenes de San Juan Bautista y San Pedro de la Iglesia de Embid de Ariza




Martín de La Almunia, que era ensamblador y vecino del lugar de Ateca, en 1653 entregaría para la capilla mayor unos bancos de respaldo y la obra de los cajones por 2600 sueldos jaqueses. El maestro Almunia fue también el autor del retablo mayor de la iglesia parroquial de Santa María de Ateca, pese a ser un profesional cotizado, murió pobre en el Hospital de Jesús en 1667 3. No puedo asegurar, ni documentar, cuál sería la obra de los cajones que ejecutó, sin embargo los parecidos de ciertos elementos entre el retablo de la Iglesia de Santa María de Ateca, el de la Iglesia de Purroy también de este autor y el retablo actual dedicado a San Pascual Baylón, me anima a pensar en su firma.


Ateca

Retablo mayor de la Iglesia de Santa María, Ateca, foto: Oficina de Turismo de Ateca



Pascual

Retablo de San Pascual Baylón de la Iglesia de Embid de Ariza



Nos detenemos ya, antes de entrar en el año de 1672, donde todo va a cambiar, estos últimos años han sido decisivos para olvidar el Renacimiento del siglo XVI, Vandoma quedó atrás para dar paso a los nuevos artistas del Barroco que ha entrado con gran fuerza en este siglo XVII. Lamentablemente no podemos más que imaginar cómo serían esos altares, con órdenes clásicos y una limpieza en la decoración, retablos que pronto serían sustituidos, pero como ya me conocen eso lo dejamos para una segunda parte.






*mazonería, obra de relieve, bordado de oro y plata de realce o conjunto de varias piezas de plata u oro que se hacían para el servicio de las iglesias
*adobar: componer, arreglar, aderezar


1. El entallador Martín de Vandoma en la Comarca de la Comunidad de Calatayud (Zaragoza). De Paracuellos de Jiloca a Alconchel de Ariza. Jesús Criado Mainar, 2021


2. Sargas: Flagelación, Diego de Urbina, Museo Nacional del Prado, “Descendimiento”, Juan de Villoldo, 1547, Ayuntamiento de Madrid, “La Crucifixión”, 1596, representa a Cristo en el regazo de la Virgen, óleo sobre sarga, Museo Nacional del Prado


3. Pasado y Presente de la Muy Ilustre Villa de Ateca, Jesús Blasco, 2010


Tomo II del Libro de Fábrica, AP. Embid de Ariza (1562-1649
Tomo III del Libro de Fábric, AP. Embid de Ariza (1649-1721)
Libro dela Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, AP. Embid de Ariza
Libro dela Cofradía del Nombre der Jesús, AP. Embid de Ariza
Libro dela Cofradía de San Sebastián, AP. Embid de Ariza
Libro de Defunciones TOMO I, AP. Embid de Ariza (1562-1645)
Libro de Defunciones TOMO II, AP. Embid de Ariza (1645-1781)



Un especial agradecimiento a Jorge Berdún, por su ayuda con el arte religioso.

Comentarios