GRACIAS POR LEERME

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Esa sensación que recorre tu cuerpo cuando descubres apenas una pizca de historia, que es capaz de juntar imágenes que permanecían casi olvidadas, sonidos y aromas en ese rincón de la memoria, que te asombran y que te despiertan, esa sensación es parte de la magia cuando se elabora el conocimiento.


Parece mentira que aun cuando todo indicaba que era prácticamente imposible formar un relato de historias, cuentos, anécdotas, de repente a cada hilo que tirabas aparecía como quien descorcha una botella y a un nivel tan exhaustivo que era capaz de conducirte a un momento y un lugar en el que la película cobraba vida y casi podías sentir el frío de la piedra labrada o el calor de la cera derramada sobre el manuscrito que tenía ante mí.


Queridísimo lector, no te asustes, durante estas treinta historias sobre nuestro pueblo he pretendido permanecer fiel y probablemente a estas alturas te has acostumbrado a encontrar entre estas páginas digitales un poquito sobre la historia de Embid de Ariza y seguramente sobre la tuya propia.


Han pasado ya dos años desde que me atreví a ponerle palabras a una serie de relatos que forman parte de la crónica de este pueblo, relatos construidos entre decenas de textos, datos e imágenes de muy diversos archivos. Porque aunque no lo creas, Embid aparece en multitud de ellos, con muchísimas referencias en distintos libros de historia y de ciencia.


Pero lo que no ve el lector, lo que no sabe, es que yo también he aprendido mucho, en estos años he hecho muy buenos amigos, he vuelto a conocer a mi familia que tenía lejana, he visto ese pueblo que recorría de niño en bici de arriba y abajo de otra manera, de nuevo esa magia, podríamos decir que es capaz de provocar un efecto fuertemente adictivo. Y esta adicción conjugada con el poco tiempo que uno tiene casi te obliga a esconderte para continuar investigando, como quien oculta una enfermedad que no desea que se descubra.


Ha sido verdaderamente difícil, durísimo. Una obligación autoimpuesta con la necesidad de ser preciso, certero, y con el respeto que siento a todos los que profesionalmente se dedican a narrar la historia. Bien sencillo hubiera sido transcribir todo lo que caía en mis manos y ahora tendrían una repleta y bien gorda guía de Embid para llenar otro estante de su biblioteca. Pero si algo he tenido claro desde el principio y he tratado de grabar en cada momento de forma totalmente directa, es que para poder lograr transmitir el conocimiento éste debe ir de la mano de la diversión.


Para los adictos del papel, ya tienen los dos primeros volúmenes en sus manos, y no lo duden esta trilogía tendrá volumen tres. Los que me siguen en Instagram a través de @embiddeariza saben que tienen asegurada su pequeña dosis de imágenes verdaderamente sorprendentes, y casi siempre desconocidas de los rincones de su pueblo.


Se cierra una etapa y se da paso a una nueva en la que todavía estamos trabajando, pero puedo permitirme la licencia de adelantarles un poquito. Sí, aquí, en El Alto Jalón, preparen sus oídos porque ahora más que nunca nos centraremos en la Memoria de los verdaderos actores de esta película, aquellos que están con nosotros y que quieren y desean contar su historia.



Gracias por leerme.

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