¿RETROCEDES O AVANZAS?

     Dice el sentir popular que, al acumular años, uno va acumulando también conocimientos: “ más sabe el diablo por viejo que por diablo”. Es una idea muy consoladora, sobre todo para los viejos diablos, pero estoy seguro de que no es del todo cierta. No sé si, en general, la edad te madura y te hace más sabio o si al envejecer, corres el riesgo de atontarte. ¿Pueden los individuos idiotizarse con el paso del tiempo en vez de mejorar? Sin duda, todos conocemos a personas que con cada año que cumplen son un poco más ceporras y cenutrias, más rígidas mentalmente, inflexibles y dogmáticas.

       Pero aún es peor cuando las colectividades experimentan ese proceso de retroceso y envejecimiento. Pensemos en nuestra España, por ejemplo: Quien haya vivido en este país al principio de la Transición, recordara,  lo fácil que era encontrar adolescentes despistados llenos de ignorante pasión, pero también de arrolladora generosidad.

       Con el tiempo fueron aprendiendo y con ayuda de algunos que envejecían sin retroceder mentalmente, fueron construyendo una democracia madura. Los años siguieron pasando y ….¿dónde estamos ahora? Políticamente me parece que, de nuevo para atrás, me temo que hemos vuelto a la pubertad más cerril, a una especie de tumultuoso patio de colegio en donde la mitad de los niños se pega con la otra mitad y todos sacan pecho para ver quién es el más chulo…. “ con este no me ajunto”…..” si va este yo no voy”…..” el balón es mío”…..” ya no eres mi amigo”.

       Este ambiente vocinglero y faltón está originado por algo que se relaciona con un exceso de “ ideología inmutable” y por una traca de mentiras exageradas que sirven para disfrazar la lucha por el poder y los intereses personales. Alguien dijo: “ la semilla del fanatismo brota cuando adoptas una actitud de superioridad moral”, esto hace que nos concentremos en nuestro ombligo, idealicemos nuestra forma de pensar y despreciemos la de los demás. Todos sentimos algunas veces la tentación de pensar que somos los más listos y los más puros, de ser el rey del patio del colegio, pero entonces deberíamos meditar y recordar que creernos moralmente superiores nos emparenta y empareja con los necios y los tiranos.