En una rueda de prensa realizada este miércoles, el vicepresidente de Aragón, Alejandro Nolasco, generó controversia al vincular el aumento de la violencia e inseguridad ciudadana en Zaragoza con la presencia de dos bandas latinas, Los Dominican Don't Play (DDP) y los Black Panther. Nolasco expresó su preocupación por la situación y atribuyó el problema a estas organizaciones, acusándolas de sembrar el terror en las calles.
El vicepresidente exigió la expulsión de estas bandas del territorio nacional y fue un paso más allá al solicitar la dimisión del delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán. Nolasco acusó a Beltrán de no reconocer adecuadamente el, a su juicio, creciente problema de delincuencia e inseguridad en las calles, calificándolo como una "dejación de funciones".
Durante su intervención, Nolasco detalló que en los últimos dos meses se registraron 7 víctimas, 2 de las cuales están en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) debido a agresiones violentas perpetradas por estas bandas, que utilizan machetes y puñaladas como parte de su modus operandi. Destacó las 11 detenciones realizadas por la Policía Nacional en respuesta a estos actos delictivos.
Además, Nolasco anunció medidas concretas para agilizar el proceso judicial contra los miembros de estas bandas. Propuso la instalación de 55 equipos de videoconferencia en las salas de vistas de los juzgados en toda la región, con una inversión de 223.337,81 €. Estos equipos, con tecnología de alta calidad, se utilizarán para facilitar la realización de juicios y responderán a una de las demandas de la Administración de Justicia.
El vicepresidente concluyó expresando su deseo de que los delincuentes sean juzgados lo antes posible y subrayó la urgencia de abordar este problema de seguridad de manera eficaz. La declaración ha generado reacciones mixtas en la sociedad y ha intensificado el debate sobre la relación entre inmigración y delincuencia.
JALON
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