La jueza del juzgado de Instrucción nº2 de Calatayud, Aida Ramírez, ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para el director del Centro de Acogida de Menores (CAM) de Ateca, Iván R. M., y para los otros cuatro detenidos como posibles autores de delitos cometidos contra la integridad moral, torturas, lesiones y pertenencia a grupo criminal, infringidos a menores residentes en el centro.
Además de los cargos anteriormente enunciados, la instructora considera que Mohamed B., Youssef B., Abdelilah A. y Alexandru R. A. podrían ser autores de delitos de agresión sexual a una menor. Dos de ellos eran educadores del centro y los otros dos auxiliares sin titulación ni cualificación. Los cinco detenidos han pasado esta mañana a disposición judicial para prestar declaración ante la jueza y a pesar de negar los hechos, la jueza ha decretado que sean trasladados a la prisión de Zuera tras la petición del fiscal.
En los autos dictados, la instructora considera que existen indicios suficientes de criminalidad para poder considerar a los detenidos responsables de los hechos que se le imputan, conclusiones a la que llega teniendo en cuenta las pruebas practicadas a los dos menores denunciantes, unA menor de 17 años, y un menor de 16 años, quienes, según explica la jueza "han relatado de forma clara y detallada episodios de maltrato físico y psicológico, así como atentados a su indemnidad sexual, sufridos de forma continuada y permanente en el tiempo".
La jueza señala además que el director del centro "era conocedor" de todos estos hechos y que según los denunciantes "el detenido protegía laboralmente a los restantes detenidos, puesto que nunca llevó a cabo correcciones ni sanciones a los mismos, pese a las quejas del personal del centro y sus advertencias". Algo que no extrañó a los menores demandantes porque según han detallado a la jueza, el director, Iván R.M. "desde su llegada al centro el año pasado mostró una actitud de despreocupación absoluta acerca de la situación de los menores".
Según los testimonios recabados por la jueza, corroborados por personal del centro, tras la denuncia de la progenitora del primer menor denunciante ante los agentes de la autoridad, el director llevó a cabo una investigación "incompleta y parcial". Manifestaciones estas corroboradas por la psicóloga del centro, a las que une lo declarado por el enfermero del centro, Javier Y., a quien, al parecer, el director le pidió que hiciera un informe falso sobre el estado del menor de 17 años.
Para la instructora esta actitud del director del centro “supone un manifiesto incumplimiento de sus funciones como garante del cuidado y salvaguarda de los menores desamparados y en situación de riesgo y exclusión familiar y social, como personal de un servicio público”. Por ello, la juez considera a Iván Rodríguez cooperador necesario, de un posible delito contra la integridad moral.
Respecto de los otros cuatro detenidos, los dos menores denunciantes han relatado haber sufrido, junto a otros menores, tratos degradantes, físicos y psicológicos de forma constante y retirada en el tiempo por parte de estos cuatro detenidos. En concreto el chico de 16 años relata que “le obligaron a estar de pie injustificadamente durante horas con los brazos en alto, que no ingirió alimento durante días y que llegó a defecarse encima por miedo, sin que le permitieran cambiarse ni asearse; continuando el detenido Mohamed con dichos castigos después, entre semana, debido a la distribución por turnos entre el personal del centro”.
El relato de la menor de 17 años no se queda atrás y describe que "desde su llegada al centro en el año 2021, la insultaban y le decían comentarios de carácter sexual acerca de su madre, la agredían injustificadamente mediante bofetadas, empujones y contenciones desproporcionadas. La menor ha relatado ante la juez que "le quemaban cigarrillos en los brazos y en las piernas", algo que la juez detalla haber apreciado directamente a través de "diversas marcas por quemaduras de cigarrillos a lo largo de sus brazos". A estos episodios de abuso físico, se añaden según la juez otros de índole psicológica y sexual.
Para la instructora, todo ello es una clara muestra "de la barbarie y de la extrema crueldad que sufrieron los menores durante un largo periodo de tiempo". La jueza define también una situación de absoluto desamparo de los menores, que se veían impedidos a hablar ante el temor de mayores represalias y a no ser creídos. "Los detenidos siempre les recriminaban que nadie les creería y que no los querían ni sus familias", explica el auto.
Añade la jueza en sus autos que “las declaraciones de las víctimas han sido corroboradas periféricamente por los informes forenses preliminares obrantes en autos, los cuales reflejan que las lesiones presentadas y que se aprecian en el parte médico de los menores y en las fotografías existentes son compatibles con el mecanismo causal relatado por estos, sin perjuicio de derivar a los mismos a una exploración pericial y psicológica completa en aras de precisar el alcance de las lesiones físicas y psicológicas sufridas”.
Paralelamente a estos autos dictados sobre los detenidos, la jueza ha decretado el cierre provisional del CAM, centro concertado con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), hasta el total esclarecimiento de los hechos. Para ello, ha dictado ya diligencias de cese de internamiento para cinco de los menores residentes, ceses de internamiento que se podrían hacerse extensivos a otros nueve menores que en estos momentos se encuentran fugados del centro de Ateca. La jueza ha solicitado a la Guardia Civil la localización de estos menores y su puesta a disposición judicial para averiguar si han podido ser también víctimas de las agresiones y/o abusos que se investigan en esta causa, y por si estos pordían guardar relación con su huida del centro.
La investigación judicial comenzó a raíz de las denuncias presentadas por los padres de un adolescente de 16 años de edad y los de una menor de 17 años en el momento en que ocurrieron los hechos, ambos internados en el Centro de Menores. Dentro del marco de la investigación, y como paso previo a la toma de declaraciones a los detenidos esta mañana, la jueza citó ayer a declarar en sede judicial a los dos menores autores de la denuncia contra el centro, a la psicóloga, al enfermero del centro y a dos trabajadoras en baja laboral motivada por los hechos que ahora se investigan.
JALON
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