Cetina celebra este fin de semana las Fiestas del Barrio de Cantarranas, una tradición que ha cobrado vida por segundo año consecutivo gracias al entusiasmo y la colaboración de sus vecinos. Anoche, con un pregón que marcó el inicio oficial de las festividades, se dio paso a un fin de semana repleto de actividades que resaltan la convivencia y el espíritu comunitario de este pequeño pero dinámico barrio.
El sábado arrancó con una chocolatada y un concurso de disfraces matinal, seguidos de un campeonato de hoyetes que reunirá participantes de todas las edades. Por la noche, los vecinos se congregarán para una cena popular que dará paso a un animado baile, abierto a todo el pueblo, a partir de las 23:30 horas. Este ambiente festivo es una muestra del poder de la organización vecinal, que ha convertido lo que comenzó como una idea espontánea en una cita destacada en el calendario local.
Este fin de semana en Cantarranas es un reflejo de cómo la iniciativa vecinal y el deseo de mantener vivo el espíritu comunitario, pueden transformar una idea sencilla en una celebración que fomenta la unión y el orgullo de pertenencia. "Estas fiestas surgieron de una noche de esas a la fresca, en la que salen buenas propuestas", comenta Vicente Monge, uno de los impulsores de esta celebración. Vicente 'el jarabeño', encargado de dar ayer el pregón, junto con sus vecinos han trabajado juntos para crear un evento que no solo une al barrio, sino que también invita a todos los cetineros a participar.
Para cerrar las festividades, el domingo habrá un vermut "con lo que sobre de la cena", un gesto que subraya el carácter informal y cercano de estas fiestas. Además, los organizadores han animado a los vecinos a engalanar sus fachadas y calles con banderas o cualquier otro adorno que resalte la belleza del barrio. En un esfuerzo por recaudar fondos para los festejos, se han puesto a la venta pañuelos conmemorativos a un precio simbólico de 2,5 euros.
JALON
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