Aragón mantiene activo el Plan especial de Protección Civil ante fenómenos meteorológicos adversos (PROCIFEMAR), que sigue en su fase de alerta ante las últimas precipitaciones en las cabeceras de los ríos. Estas implican la necesidad de extremar la máxima precaución a la hora de practicar deportes como el barranquismo. El caudal puede cambiar de manera súbita y la fuerza del agua arrastrar piedras y ramas que modifiquen el fondo de los cañones lo que implica un peligro potencial.
La realidad es que, en un cauce encajonado, una tormenta en la cabecera hace subir el nivel del agua. El agua de un barranco depende de la época del año, pero esto no es matemáticas. Más aún cuando se producen fuertes precipitaciones. En el caso de una subida repentina de caudal debemos tener previstos y localizados los escapes del barranco. Por ello, desde el Gobierno de Aragón señalan que lo mejor es dejarnos guiar y preguntar cómo está el caudal del barranco que se quiere descender y no iniciar una actividad así si hay previsión de tormenta. Lo más seguro es aplazar la actividad.
JALON
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