SETAS Y LA APARICIÓN DE UN DRAGÓN: LAS CELEBRACIONES DEL X ANIVERSARIO DE MONTERDE VIENEN FUERTES

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Cena monterde


Ya puedes volver a escuchar el primer programa de la temporada de La Cena de los Idiotas. Este mes tenemos con nosotros a la Asociación Cultural y Deportiva Correcaminos de Monterde, que celebran el 9 y 10 de noviembre su X Aniversario con una gran programación, entre la que destacan actos como una ruta setera y la posterior aparición de la Dragona del Alto Jalón. 


Setas y dragones, y también inmatriculaciones, han dado mucho juego para María Reinoso, Fran Álvarez, y la nueva incorporación, Fernandito Nano, quienes han estado con Carmen, de la ACD Correcaminos, y el profesor Ignatius López, descubridor de la Dragona. Escucha aquí el programa si te has perdido el directo.



El poema de Fran Álvarez

En Alto Jalón Radio

comienza la función.

El programa levanta el telón

con una estelar incorporación,

que con humor inteligente

provoca risas tontas.


Y es que Fernandito Nano es de esa gente

que a los de su clase honra,

y estará toda la temporada presente

en la cena de los idiotas.


Empezamos temporada fuertes

con el X Aniversario de una asociación

que ha sumado la cultura al deporte,

demostrándole, a quien le importe,

que no está reñido el teatro,

con echar carreras por el monte.


Carmen nos ha contado

de dónde viene la asociación.

A dónde va no lo tenemos claro,

que en Monterde está el asunto un poco raro…

Y más después de la anunciada aparición.

Esto va a ser de cuarto milenio…

¡Bienvenidos a la nave del misterio!


Con la Correcaminos pisando fuerte…

Pepe Gracia será encontes el Coyote.

Y ahora Ignatius López entra en juego

y ya me lo temo yo…

Alguno sale con el culo ardiendo

por alguna inmatriculación

con una bocanada de fuego

de la Dragona del Alto Jalón.


Carmen, Correcaminos, os quiero,

feliz aniversario y mejor celebración,

os esperamos muy pronto de nuevo,

en vuestra radio del Alto Jalón.


La entradilla de María Reinoso

Hay mañanas en las que me levanto con ganas de tirar la toalla, me levanto cansada y asqueada de aguantar a ciertas personas que también viven en este maravilloso mundo rural, del que por otro lado estoy completamente enamorada.


A menudo nos encontramos rodeados de quejas y críticas vacías, cuyo único objetivo es hacer daño y tocar los cojones, hablando mal y pronto.


Parece que hay quienes han tomado como deporte nacional el arte de señalar lo que no les gusta, y lo hacen con una habilidad que a mí personalmente me asombra. En vez de aportar una solución o una propuesta en conjunto con la crítica, convirtiendo esta en constructiva, o celebrar los logros de otros, prefieren tomar un atajo hacia la desconfianza y el resentimiento.


No hay nada que les moleste más que ver a alguien esforzarse por hacer algo diferente, por innovar, por cambiar las cosas. Es como si temieran que esas pequeñas revoluciones trajeran consigo un cambio que ellos no pueden controlar.


Es curioso, ¿verdad? En lugar de apoyar el movimiento hacia adelante, están listos para aprovechar la mínima oportunidad de meter un palo entre las ruedas de la bicicleta de quien se atreve a pedalear. La envidia se convierte en su motor, y en lugar de empujar, buscan hacer tropezar.


Lo que a algunos les parece una amenaza, a otros nos puede resultar una oportunidad. Pero, claro, eso requiere valor y una actitud positiva que muchos no están dispuestos a asumir.


La queja constante puede convertirse en una trampa, donde aquellos que realmente desean avanzar terminan sintiéndose asqueados. Y no es solo que les guste y disfruten criticando. Realmente yo creo que es temor a lo nuevo, a que de repente llegue algo que pueda cambiar el status quo.


Si alguien se atreve a hacer algo diferente, se convierten en el blanco perfecto de sus dardos envenenados, y no dudan en apuntar a sus debilidades, a sus errores, o a cualquier cosa que les sirva para desacreditar y machacar.


Mientras tanto, los que intentan construir y contribuir se ven empujados a la esquina, a un rincón donde piensan que tal vez lo mejor sea simplemente rendirse. Pero ¿de verdad es así? Es esencial recordar que aquellos que critican desde la sombra a menudo son los que no se arriesgan a salir a la luz.


Su miedo al cambio no debería ser la prisión de aquellos que sueñan con un futuro mejor para nuestros pueblos.


Así que, a todos y todas las que están ahí fuera, haciendo, construyendo, creando: no dejéis que las voces rancias del desánimo apaguen vuestra luz. Seguid avanzando, seguid dando pedales.

A las maestras y maestros de la queja improductiva: ¿alguna vez os habéis planteado cuánto tiempo dedicáis a criticar a los que hacen cosas? Si convirtieseis esa energía en disfrutar de vuestras propias vidas, seríais la envidia del mundo.


Imaginaros un universo donde, en lugar de señalar lo ajeno, elegís reíros, bailar o incluso... ¡follar! ¿Por qué no? Y si no, siempre queda la opción de la masturbación: un pasatiempo que no requiere la aprobación de nadie.


Así que, en lugar de meteros en la vida de quienes intentan dejar su huella, y luchan por y para su pueblo ya sea desde asociaciones o emprendimientos particulares, regalaros el placer de vivir sin quejaros y sin joder al prójimo. Más risas, más diversión, mas bailar y más follar, que como dice mi padre, la jodienda no tiene enmienda.


Que viva el movimiento asociativo y las personas inquietas y luchadoras del Alto Jalón.

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