MARÍA, LA NUEVA CENTENARIA DE IBDES, CELEBRA SU SIBLO DE VIDA RODEADA DE FAMILIA Y VECINOS

El pasado jueves, 31 de octubre, María, vecina de Ibdes, celebró su 100 cumpleaños rodeada del cariño de su familia y de todo el pueblo. A lo largo de un siglo, María ha visto transformarse nuestra zona, nuesro país y el mundo, manteniendo prácticamente intacta su vitalidad, su amor por los suyos y su curiosidad, y se ha convertido en un referente de fortaleza y alegría en el pueblo. "Gracias por compartir tu energía con los vecinos", han publicado en redes sociales desde el Ayuntamiento de Ibdes felicitando el cumpleaños de la nueva centenaria.

Nacida en Ibdes, María fue la cuarta de seis hermanos. Tres años despues de que acabase la Guerra Civil, en 1942, cuando cumplió los 18 años, decidió emprender un nuevo camino en Barcelona, donde trabajó en tareas domésticas para una familia de empresarios del sector textil. Su estancia en la Ciudad Condal no solo le enseñó a desenvolverse en un ambiente distinto, sino que también aprendió a cocinar, dejando su impronta en los paladares de tres generaciones de su familia. "Damos Fé de ello", nos cuenta Alicia, una de sus nietas.

De aquella época de juventud y trabajo en Barcelona, con idas y venidas a Ibdes para ver a la familia, María siempre relata una anécdota de aquellos viajes en tren que refleja su tenacidad y carácter. En una ocasión, estando en la estación para regresar a su trabajo en Barcelona, la gran afluencia de viajeros impidió que ella subiera al tren a tiempo. Se cerraron las puertas con ella fuera, pero sin pensarlo dos veces cogió su equipaje y se agarró al hueco entre los vagones. Cuando el personal del tren se dio cuenta de su intrépida maniobra, detuvieron el tren para que pudiera entrar de manera segura. Cuando le preguntaron cómo había cometido esa locura, respondió con firmeza que no iba a perder ese tren "por nada del mundo".

Con el tiempo, María volvió a su tierra natal, Ibdes, dedicándose al cuidado de su hogar, de su familia, y también de tareas del campo junto a su esposo, con quien tuvo tres hijos. Hoy, cuenta también con cinco nietos y tres bisnietos que siguen maravillados con su energía y sentido del humor. Sus familiares destacan que hasta hace pocos años aún practicaba ganchillo y recorría las calles del pueblo para visitar a sus amigas, cuidar el huerto y acompañar a vecinos enfermos.

La genética parece haber jugado a su favor, pues la salud de María sigue sorprendiendo a los médicos, quienes, en cada revisión, destacan la fortaleza de sus análisis. “Estás mejor que una persona joven”, le dicen con admiración. Entre bromas, su familia comenta tener la esperanza de haber heredado esta "genética de hierro". Y es que a día de hoy, María sigue leyendo y resolviendo sopas de letras, una actividad que mantiene su mente activa, aunque bromea diciendo que “la vista ya no da para mucho”. La nueva centenaria de Ibdes es un ejemplo de resistencia y alegría, cualidades que la comunidad celebra junto a ella en esta entrada al segundo siglo de vida.