La denuncia pública realizada ayer a título personal por Alberto Suero, concejal del Ayuntamiento de Alhama de Aragón, sobre el vertido de residuos no autorizados en una escombrera ilegal de las afueras del municipio ha generado una inmediata reacción por parte del Balneario Alhama de Aragón. La dirección del establecimiento ha salido al paso de las acusaciones negando cualquier tipo de responsabilidad en los hechos y rechazando que alguno de sus empleados haya participado en los vertidos denunciados.
Desde el balneario insisten en que mantienen un estricto protocolo de eliminación de residuos, que gestionan a través de empresas externas especializadas. Aseguran que sus empleados no han realizado vertidos en la escombrera y que el establecimiento dispone de un contenedor propio en su entrada, donde se deposita toda la basura generada dentro de sus instalaciones. Además, recalcan que el material que Suero ha vinculado con el hotel no tiene por qué proceder de sus instalaciones y critican que la denuncia haya sido realizada públicamente antes de llevarse a cabo una investigación oficial.
Asimismo, la dirección del hotel ha hecho hincapié en que Alberto Suero mantuvo una relación laboral con la empresa, de la que fue despedido en su momento acusado de abusos sexuales a una compañera, y consideran que su denuncia podría estar motivada por razones personales. El propio Suero se ha referido a esas acusaciones asegurando que "nunca se demostró que fuera una agresión sexual" y denunciando "una estrategia para meterme en ese problema y poder despedirme".
Por su parte, el Ayuntamiento de Alhama de Aragón ha reconocido que la escombrera a la que hace referencia Suero se ha degradado hasta convertirse en un vertedero incontrolado, con acumulación de escombros, muebles y pequeños electrodomésticos, además de residuos peligrosos. Desde el consistorio han insistido en que las empresas de construcción están obligadas por ley a llevar los restos de obra a plantas de reciclaje oficiales, como la de Calatayud, y que los vertidos en la escombrera municipal están totalmente prohibidos.
Ante esta problemática, el ayuntamiento baraja diversas opciones para evitar que el lugar siga siendo utilizado como vertedero ilegal. Entre las medidas en estudio están la limpieza del área, la colocación de un vallado y la instalación de cámaras de videovigilancia, como ya se ha hecho en la escombrera de la Peña Cortada, otro punto negro ambiental del municipio que recientemente ha sido clausurado y limpiado.
Mientras tanto, Alberto Suero ha reiterado su compromiso de continuar con la denuncia y ha anunciado que llevará este caso ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil para que investigue el origen de los residuos y depure responsabilidades. Según el concejal, hay testigos dispuestos a declarar y los materiales depositados en la escombrera podrían rastrearse hasta el balneario, ya que incluyen elementos característicos de su mantenimiento.
A pesar de la contundente respuesta del balneario, Suero insiste en que su denuncia no tiene motivaciones personales ni políticas, y ha reafirmado que a partir de ahora presionará al Ayuntamiento para que tome medidas firmes contra este tipo de prácticas que dañan la imagen y el entorno natural del municipio.
El caso de la escombrera de Alhama de Aragón no es un hecho aislado. En los últimos años, el municipio ha visto cómo varios puntos a las afueras han sido utilizados de manera clandestina como vertederos incontrolados, afectando no solo al paisaje y la imagen del pueblo, sino también a su potencial turístico. La acumulación de residuos en zonas de interés paisajístico, como los miradores de la Muela, la Zapatera y el repetidor, supone un impacto negativo en un enclave que podría ser un atractivo para los visitantes y amantes del avistamiento de buitres y otras aves rapaces.
En este sentido, hace unos meses el Ayuntamiento ya decretó el cierre de la escombrera de Peña Cortada, ubicado en uno de los entornos naturales más emblemáticos del municipio, algo que no fue una decisión arbitraria. Según ha informado el Ayuntamiento, esta medida se tomó por consejo de Aquara, la empresa gestora del servicio de agua potable en el municipio, ante la posibilidad de que los vertidos pudieran causar filtraciones en la captación de agua potable y provocar contaminación.
Esta circunstancia generó preocupación en la gestión del suministro de agua a la localidad, lo que llevó a la instalación de una cadena para impedir el acceso de vehículos y un cartel que prohíbe expresamente arrojar cualquier tipo de residuos en la zona. Además, se han colocado cámaras de vigilancia para evitar nuevos vertidos.
Desde el consistorio ahora estudian aplicar medidas similares en la escombrera-vertedero denunciada por Suero, aunque advierten que todas estas acciones suponen un gasto elevado para las arcas municipales, por lo que incluso se está valorando la creación de un punto limpio dentro del municipio para facilitar la eliminación de residuos de forma controlada. La alcaldesa, Pilar Marco, ha hecho un llamamiento a vecinos y vecinas, así como a habitantes de pueblos colindantes, a que no utilicen estos puntos para eliminar basuras para garantizar la correcta protección del entorno natural.
JALON
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