Salinas de Medinaceli ha vivido un arranque festivo inolvidable con la primera parte de sus Fiestas de San Miguel, que se celebraron del 1 al 4 de mayo. Durante estos cuatro días, el pueblo se llenó de ambiente, música, tradiciones y reencuentros, en una edición marcada por la energía de una comisión renovada y con ganas de innovar sin perder las raíces.
El pistoletazo de salida lo dieron el vermut tradicional y la chocolatada del 1 de mayo, que sirvieron de calentamiento perfecto para un programa cargado de propuestas. La cena popular del viernes congregó a decenas de personas y marcó un antes y un después con la incorporación de una discomóvil, que puso a bailar a jóvenes y veteranos hasta bien entrada la noche.
El sábado 3 de mayo fue, sin duda, el día más completo. Tras la misa y la procesión, el pueblo se volcó en el vermut y la comida popular, que llenaron de vida las calles y plazas. Los más pequeños disfrutaron de un parque infantil lleno de risas, mientras que por la noche, la música de la orquesta y el esperado bingo con premio de 400 euros mantuvieron el ánimo festivo hasta el final de la jornada.
El domingo se cerró con otro día de tradición: misa, procesión y vermut para despedir este primer bloque de celebraciones. Pero el ambiente de fiesta no ha terminado.
Las Fiestas de San Miguel continúan este fin de semana, del 9 al 11 de mayo, con más propuestas pensadas para todos los públicos. Entre los platos fuertes, destaca el concurso de disfraces del viernes, que premiará con 100 euros al atuendo más original. El sábado llegará uno de los momentos más esperados y emotivos: la tradicional romería a la ermita de San Miguel, con merienda campestre, charanga y nueva sesión musical por la tarde.
No faltarán tampoco otros clásicos como el juego de las chapas, que sigue reuniendo a generaciones en torno a una de las costumbres más arraigadas de la comarca.
La Comisión de Fiestas, que ha trabajado con meses de antelación y con miembros organizadores repartidos por distintos puntos de España, ha logrado sacar adelante una programación ambiciosa gracias al compromiso colectivo y al respaldo de vecinos, colaboradores y patrocinadores locales como Brico Torres de Medinaceli.
Con ilusión renovada y una gran participación vecinal, Salinas de Medinaceli encara el segundo fin de semana festivo con la misma energía que ha convertido esta primera parte en un rotundo éxito. Ahora solo falta que el buen tiempo vuelva a acompañar para seguir celebrando en comunidad unas fiestas que son emblema del pueblo.
JALON
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