La Plaza Mayor de Arcos de Jalón volvió a convertirse ayer en un altavoz de denuncia contra el genocidio en Gaza. Cerca de un centenar de vecinos y vecinas se concentraron a las 20:00 horas para exigir el fin de la violencia y reclamar al Gobierno Europeo el cese real de la venta de armas a Israel, así como un alto al fuego y la entrada de ayuda humanitaria “correcta y proporcionada” para la población que sobrevive bajo asedio.
Bajo la consigna “El silencio no es una opción”, que resonó con fuerza durante toda la tarde, la protesta estuvo marcada por el estruendo de las cacerolas, las numerosas banderas palestinas ondeando y una nueva intervención artística de la creadora local Prado Vielsa. La artista, que ya emocionó en la concentración del 30 de julio, presentó esta vez una performance en la que repartió arena de playa como si fuera comida en los platos de los asistentes, quienes formaron un círculo en el suelo.
Vielsa rodeó el círculo repitiendo cada vez más alto la frase “agua de mar y nada” hasta que todo el grupo la coreó al unísono, provocando una fuerte carga emocional al simbolizar la hambruna que sufre la población gazatí.
“Con esta acción colectiva hemos querido poner el foco en la ausencia de alimento en Gaza. Los platos servidos con arena representan la desesperación de padres y madres incapaces de alimentar a sus hijos desnutridos”, explicó Vielsa.
La movilización, algo más numerosa que la celebrada el 30 de julio —en la que participaron unas 80 personas—, se enmarca en la convocatoria estatal impulsada por la Casa de Palestina en España, que anima a repetir estas protestas cada miércoles en plazas y calles del país. En Arcos, el compromiso vecinal es mantener viva la cita durante todo agosto y más allá, con el objetivo de que no se convierta en un gesto aislado. La concentración volverá a repetirse el próximo miércoles, cuando se contará con la presencia del escritor Antonio de Benito, que ha escrito una cacnión que será reproducida durante la próxima manifestación.
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