LAS OBRAS DE REPARACIÓN DE TALUDES DE LA N-II ENTRE SOMAÉN Y LODARES DE MEDINACELI AVANZAN CON LA AYUDA DE UN HELICÓPTERO

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Un helicóptero ha protagonizado este jueves una de las imágenes más llamativas de las obras de estabilización de taludes en la antigua N-II a su paso por el cañón del Jalón, entre Somaén y Lodares de Medinaceli. La aeronave ha transportado y depositado rollos de mallazo de seguridad sobre las laderas en el paraje conocido como El Tripazo, frente a la antigua estación de Jubera, como parte de los trabajos destinados a reforzar la seguridad vial en esta zona especialmente afectada por desprendimientos.


El difícil acceso por tierra al lugar desde el que hay que colocar la gran malla de protección impide que puedan llevarse estos grandes rollos con camiones, por lo que el uso de la aeronave ha sido la opcíon elegida para acopiar el material necesario para extender la nueva protección con la que se pretende evitar el desprendimiento de rocas que tantos cortes de la vía y peligrosidad había generado últimamente.


Las actuaciones forman parte de un ambicioso proyecto que se está ejecutando en dos fases. La primera, ahora en marcha entre Jubera y Velilla, abarca del punto kilométrico 160+000 al 161+000 y se desarrollará hasta finales de mayo. La segunda fase, que cubrirá el tramo entre Velilla y Somaén (p.k. 161+000 al 162+200), arrancará el 30 de junio y está previsto que concluya a finales de agosto.





Entre las principales intervenciones destacan el saneo manual del material inestable, la colocación de malla de triple torsión reforzada con redes de anillos de acero y bulones, la instalación de barreras dinámicas y la ejecución de muros mediante hinca. Además, se está trabajando en la mejora del drenaje longitudinal con la colocación de bordillos y rigolas de hormigón, así como en la reparación del firme afectado por los impactos de piedras, la protección de la rodadura con microaglomerados en frío, y la reposición de marcas viales y sistemas de contención dañados.


Para facilitar la ejecución de los trabajos, el tramo afectado de la N-2 permanece cerrada al tráfico de lunes a jueves entre las 08:00 y las 18:00 horas, y los viernes hasta las 13:00 horas. Los fines de semana y festivos no se aplican restricciones, lo que permite minimizar las molestias a los conductores habituales de esta vía, que conecta varias localidades del Alto Jalón con la autovía A-2.



Con un presupuesto de 1,8 millones de euros, estas obras comenzaron el pasado 12 de marzo y se prolongarán durante seis meses. El objetivo es garantizar la seguridad de los usuarios de la carretera y prevenir nuevos desprendimientos que puedan poner en riesgo la circulación en este tramo clave de la red viaria soriana.





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