PRIMERA MASCULINA: EL C.D. ATECA SOLVENTA SU PARTIDO ANTE EL NOVALLAS Y LA LUCHA POR LA PERMANENCIA SE APRIETA PARA EL U.D. ARIZA

Jornada clave la vivida este fin de semana en el Grupo 3 de Primera Regional, con protagonismo para los equipos del Alto Jalón. El C.D. Ateca firmó ayer una importante victoria ante el Novallas (3-1) que le permite tomar oxígeno en la recta final de temporada. Los de Héctor Cotado fueron superiores en su campo y sellaron un triunfo vital que les coloca con 38 puntos, alejándose del peligro.

Los goles de Diego Casado (23’), Alejandro Esteban (30’) y Madalin Chitescu (60’) encarrilaron un partido dominado de principio a fin por los atecanos, pese al tanto postrero de Julen Fernández de Garayalde (88’) para los visitantes. El Ateca volvió a mostrar pegada y seriedad en un momento decisivo del curso, cortando una racha de cuatro partidos sin ganar.

La jornada de ayer domingo fue también significativa en la categoría por la victoria del C.D. Monreal, que asaltó el campo del Borja B, tercer clasificado, con una sorprendente victoria que le saca por primera vez en semanas de los puestos de descenso. Con 30 puntos, el Monreal escala al 15º puesto, dejando la zona roja ocupada ahora por el Villa de Alagón (29), Luceni (23) y Ágreda (22), estos dos últimos ya descendidos matemáticamente.

La U.D. Ariza, por su parte, no pudo rascar puntos en su complicada visita al líder, La Muela, cayendo el sábado por 4-1. Este resultado, combinado con las victorias de sus rivales directos, aprieta la zona baja y deja a los arizanos en la 14ª posición con 31 puntos, apenas dos por encima del descenso.

A falta de dos jornadas, el calendario tampoco será fácil para los arizanos. El próximo fin de semana recibirán al Tauste, quinto clasificado, en el campo de La Dehesa, y cerrarán la temporada en casa del ya descendido Luceni, en un choque que podría ser dramático si no aseguran antes la permanencia.

La emoción está servida en la parte baja de la tabla, donde Ateca respira, Monreal sale del pozo, pero Ariza no puede confiarse. Cualquier fallo puede ser definitivo. Se avecina final de infarto.