Desde la Edad Media, el carnaval era considerado como una última fiesta antes de la solemne celebración de la Cuaresma. Su nombre deriva del latín y se puede traducir como “despedir la carne”, ya que era una celebración en la que el pueblo llano comía toda la carne que podía y se preparaba para el ayuno que vendría. En España, como buenos previsores, esa despedida se realizaba el jueves anterior al domingo de carnaval en lo que pasaría a conocerse como ‘jueves lardero’. Con este nombre es como se popularizó la festividad surgida en tierras castellano-aragonesas en la que los grandes protagonistas son los embutidos, chorizos y derivados del cerdo en general. La palabra “lardero” puede proceder de dos términos relacionados: el verbo lardear (que significa “untar o envolver con grasa lo que se va a asar”) o el sustantivo lardo (como se denominaba originalmente a la grasa y el tocino del cerdo).
La celebración tiene varias tradiciones y costumbres en el Alto Jalón que comentaremos durante la semana. En la vertiente soriana, lo realmente típico es irse al campo, con el grupo de amigos y sin que nos falte un buen mollete que nos soporte la contundencia de la tortilla de patatas dentro con su preceptivo chorizo y lomo. En Arcos de Jalón entramos en la única panadería que los produce. El genuino mollete de Arcos fermenta en el obrador de Panadería Miranda -"un tiempo diferente al pan normal. También lleva otra mezcla en la masa, otras proporciones y, sobre todo, un amasado manual que lo hace tan especial"-, nos dice Mayte Miranda. En toda la comarca han empezado ya a reservar este pan redondeado perfecto para encajar la tortilla. Mayte nos cuenta que -"normalmente los hacemos justos, para que no sobren y no falten. Si nos los van reservando es más sencillo que nadie se quede sin él. Nosotros los apuntamos y se los guardamos para que vengan a por ellos el mismo día de la merendilla"-. Porque así se llama en Arcos de Jalón al Jueves lardero: La merendilla. También el domingo se vuelve a hacer de nuevo, pero a esta, aunque ya se está perdiendo el nombre, la llaman la merendilla de la carretera.
En Santa María de Huerta tienen algunas tradiciones en cuanto al postre. Laura Montón produce en su carnicería -"rosquillos y bolillas con miel, que son típicas de aquí para después del mollete. No puede faltar el bollo de pan que nos traen desde Arcos, de Panadería Miranda, la tortilla de patatas, un buen chorizo frito, un par de lomos y, de postre, rosquillos y bolillas"-, nos cuenta mientras nos añade que -"las señoras mayores lo hacen de toda la vida y me dijeron que les resultaba ya costoso y me decidí a hacerlas yo, así que pueden venir aquí y llevarse el pack completo de jueves lardero"-.
JALON
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