¿QUIEREN SOLUCIONAR EL PROBLEMA DE LA DESPOBLACIÓN?

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La Semana Santa termina y con ella unos días en los que hemos visto como nuestros pueblos se han llenado, aunque no tanto como en la época pre pandemia. Ya sea por una cosa o por otra, salvoconducto tenían muchos y hemos vivido días concurridos que nos dejan ahora espectantes a ver qué pasa con el coronavirus. Esperemos que no nos salten contagios nuevos y sigamos, como en los últimos cuatro días, comunicando ceros.

Para que lleguemos a la inmunidad de rebaño, aunque como tal muchas veces ya nos comportemos, lo mejor no es contagiarnos, sino vacunarnos. Y en eso estamos, aunque a destiempos según seamos aragoneses o castellanos. Una vez más la línea imaginaria hace que nos diferenciemos. Con esta última ronda de pinchazos tendremos algunos pueblos vacunados a más del 50%. Paradójica situación en la que ahora nuestros mayores, que tanto han sufrido el confinamiento extremo, son los que podrán pasear sin miedo mientras los que trabajamos seguimos jugándonos el cuello. Esto obliga a que pensemos que sería mejor y se haría con mucho menos coste y esfuerzo, habernos vacunado a todos en los pueblos a la primera. En lugar de por edades, haberlo hecho por localidades. Hoy 200 vacunas para Santa María de Huerta, mañana 600 para Cetina y así sucesivamente. Podrían haber empezado por los más pequeños y terminar en los más grandes. Estaríamos disfrutando en muchos sitios ya de no tener miedo a contagiarnos, algo que parece todavía una quimera. ¿No habría sido posible esto, al menos en las poblaciones más pequeñas, y poder haber ido haciendo zonas libres de enfermos?  En la realidad, lo que tenemos son pueblos en los que todavía no han vacunado a todos los mayores de 80 mientras comienzan con los que cumplen 65 y en otros, los de la vertiente soriana, en breve estarán vacunados todos los mayores de 70 y se empezará con los menores de 65. Según la edad que tengas convendría más vivir en uno u otro lado de la frontera. A veces me da la impresión de que cuando terminemos de vacunar a todos, habrá que empezar de nuevo.

Para pasar la frontera e ir de un pueblo a otro de nuestra comarca hace falta un salvoconducto y también un vehículo a motor, porque en tren es muy complicado debido a los horarios, frecuencias, servicio... por todo. Por eso protestamos la semana pasada, unos pueblos sí y otros no, todo hay que decirlo, en las estaciones de la línea que une Arcos de Jalón con Zaragoza. En la vertiente soriana del Alto Jalón el lema ha sido "parece que el problema no va conmigo". Por fortuna en la zaragozana sí se ha sumado todo el mundo y la visibilidad está ganada ante el abandono de un medio vital para nuestra zona. Que nuestros mayores y nuestros jóvenes, que cualquiera que queramos o necesitemos un transporte, nos veamos tan limitados, no es justo. No es de ley que en la ciudad tengan líneas de autobús, metro, tren, avión y lo que te quieras imaginar, y aquí no. La rentabilidad no debe ser el único baremo ante cuestiones de este peso. La masificación de las grandes ciudades no sólo va a acabar con la vida rural, sino que terminará con toda la vida del planeta y la deslocalización del trabajo y los servicios es la solución a todo esto. Para ello, sin transportes, nada podremos hacer.

Mientras tanto, esperamos a que se cumplan los propósitos prometidos por gobernantes henchidos de palabras previas a depositar nuestro voto. Si quisieran hacer algo yo empezaría por esto: Hoy en día, los funcionarios de los ministerios no tienen por qué estar trabajando en el mismo edificio. ¿Por qué no repartimos a esos empleados entre los pueblos de la España Despoblada? Hay más de medio millón de ellos a cargo del gobierno central, que repartidos entre los 8.000 municipios de menos de 5.000 habitantes, tocaríamos a 62 habitantes más por pueblo. Estoy convencido de que muchos preferirían vivir en nuestra comarca antes que en la ciudad si se les ofreciera la posibilidad. Si seguimos manteniendo los servicios y los gobiernos regionales y nacional pusieran de su parte, no haría falta subvencionar proyectos de dudoso resultado con Fondos NextGeneration. Tan solo es necesario trasladar al mundo rural a parte de los empleados públicos que abarrotan la ciudad. Que nos devuelva la urbe a la población que nos quitó en su tiempo. Se fueron para trabajar y ahora, ese mismo empleo, lo pueden hacer desde su lugar natal. También pasa esto por lograr una realidad fiscal diferente que ayude a equiparar la desigualdad territorial existente. 

Tenemos cosas por las que luchar y que apoyar. Empecemos a calentar la garganta para pedir reformas urgentes que atraigan a nuestros pueblos gente. Así no hará falta quitar trenes, profesores, plazas de médicos o quejarse de que la fibra óptica no es rentable de instalar. ¿Quieren solucionar el problema de la despoblación? Hacerlo es más sencillo de lo que creemos y más difícil de lo que me gustaría es encontrar voluntad real de promoverlo. En cualquier caso, si lo gritamos todos al unísono tendrán que oírnos. ¿Lo hacemos?


Feliz semana Alto Jalón.


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