NUEVO MENSAJE

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Tierras de barbecho por los alrededores de Arcos



Escucha el lamento del silencio,

la yerma espera del rocío,
una pisada tras otra, sin otra huella
que la terrible explotación de tu pecho.
Una herida incurable por el hombre,
solo el tiempo regenerará tu virginidad,
la dignidad.
Cansada duermes ante la fragilidad
de la vergüenza descompuesta y el dolor.
Lunas mudando cielos,
otoños pidiendo inviernos,
retinas pintando cuadros,
el terruño apelmazado,
su corazón desangrado ante el horizonte caos.
La tierra se nos muere entre las manos,
una gota de lluvia y un atardecer morado
son el inevitable epitafio.
Al menos he tenido la decencia
de dejarte la copa, devolver el casco,
que la vida está bebida
y la tierra buscando solo descanso,
una tregua, un mensaje, un pacto,
quizá el último mensaje.

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