LOS BALNEARIOS DENUNCIAN EL ABANDONO DEL IMSERSO Y ANUNCIAN "NEFASTAS CONSECUENCIAS" ECONÓMICAS

El sector del turismo es uno de los más castigados por la crisis económica derivada de la pandemia. A más de un año de cierres y restricciones, ahora hay que sumar una recuperación lenta y complicada que se encuentra con escollos que dificultan la vuelta a la actividad normal en uno de los motores económicos del Alto Jalón. La última, la inacción por parte del IMSERSO a la hora de poner en marcha su Programa de Termalismo.

La semana pasada, la Asociación Nacional de Balnearios (ANBAL) ya lanzaba una petición al IMSERSO al comprobar que, muy cerca de la fecha habitual de inicio del mismo, no se habían puesto en marcha los trámites para su gestión. Desde la asociación aseguran que "no se ha ofrecido ninguna respuesta" y denuncian a través de un comunicado de prensa que el IMSERSO "ha dejado completamente desamparados a los Balnearios, a los casi 60.000 pensionistas que iban a disfrutar este año de este programa y a más de 12.000 trabajadores".

El sector de los Balnearios ha decidido ponerse manos a la obra ante la imposibilidad de comenzar con el Programa de Termalismo del IMSERSO el 1 de octubre, tal y como estaba previsto. Poniendo sobre la palestra las "tremendas consecuencias para el sector que se derivan de esta situación", anuncian que pondrán en marcha "otras alternativas a precios similares a los del IMSERSO". Así, los balnearios que permanezcan abiertos en octubre publicarán "propuestas que cada Balneario pondrá en conocimiento directo de sus clientes" que permitan dar respuesta al "aluvión de peticiones de pensionistas por acudir a los Balnearios en el mes de octubre", explican desde ANBAL.

El Programa de Termalismo del IMSERSO lleva en marcha desde 1989 de forma ininterrumpida, siendo la única suspensión en la historia la provocada por la emergencia sanitaria de la COVID-19. Este plan de salud para mayores ha permitido durante todos estos años que cientos de miles de personas mayores hayan disfrutado de tratamientos termales de salud a precios económicos y bajo supervisión médica, con los beneficios en prevención que ha supuesto para la sociedad española. Entre las consecuencias de la "no respuesta" del IMSERSO, desde ANBAL destacan en  primer lugar, que "decenas de miles de pensionistas que querían acudir a lo Balnearios en octubre a través del Programa de Termalismo tal y como estaba previsto, no van a poder hacerlo".

Dentro de las consecuencias de este parón del programa del IMSERSO, ANBAL también hace hincapié en el "varapalo económico" que se deriva de esta situación. Los Balnearios, al tener reservadas las plazas para el Programa de Termalismo, no han podido comercializarlas por otras vías, lo que va a provocar, según la asociación de balnearios, que "un 40% de los establecimientos termales se vean abocados al cierre de sus instalaciones hasta el comienzo del Programa". 

El importante esfuerzo económico realizado por los balnearios para mejorar y adaptar sus instalaciones a las nuevas normativas Covid, poniendo en marcha las medidas de calidad e higiene necesarias para garantizar la seguridad de clientes y trabajadores, parece que no se va a ver recompensado, por lo que desde ANBAL vaticinan "nefastas consecuencias laborales" para los trabajadores y económicas "tanto para las propias empresas como para las comarcas donde están ubicados", puesto que en estas zonas de la España rural vaciada, los Balnearios son los "auténticos tractores económicos y de ellos dependen 12.000 puestos de trabajo entre empleo directo e indirecto", indican.

Por todo ello, los Balnearios han acordado igualmente reiterar en los foros adecuados la petición que ya trasladó el presidente de ANBAL, Miguel Mirones, en la reunión conjunta del Comité Ejecutivo y la Junta Directiva de CEOE España del pasado miércoles de que, en lo relativo a la negociación sobre los futuros ERTEs, se tenga en cuenta situaciones como las que están viviendo los Balnearios españoles. En estos establecimientos, más de 7.000 trabajadores y 5.000 indirectos desarrollan su actividad en estos meses mediante contratos vinculados de alguna forma al Programa de IMSERSO y, al no poder estar activos en próximas fechas como consecuencia del retraso administrativo en la tramitación de los contratos, consideran que es necesaria la prolongación de los ERTEs en los que actualmente están inmersos dichos trabajadores de muchas empresas balnearias.