LA PISTA – ARCOS DEL PASADO 2021

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LA PISTA 2021 SRGB WEB


Septiembre es el mes más esperado por algunos habitantes de Arcos de Jalón, y es que, es el momento de las Fiestas de su Santísimo Cristo de la Buena Muerte. Unos días de fiesta que llenan las calles de color y sonrisas, siendo también el momento de regreso de muchos familiares y amigos que pasan el resto del año fuera de la localidad.

Uno de los lugares más concurridos cada vez que se produce una fiesta es La Pista El Rosalar, un lugar que siempre ha sido un espacio dedicado al baile, abierto como sociedad de baile, esas salas siempre han estado llenas de gente animada. Por ello, es el lugar que hoy represento haciendo una comparativa del funcionamiento de estos lugares en el pasado en referencia a los bailes.

Entonces, era algo bastante común el hecho de pedir salir a alguien a bailar existiendo una norma no escrita bastante curiosa que decía que, si una chica rechazaba tres veces a la misma persona, o aceptaba en la última oportunidad o debía salir fuera de la pista, ya que, en aquellos años, aproximadamente en los 60 o 70, únicamente podían ser socios los hombres permitiéndoles así ese supuesto derecho de poder permanecer en la pista de baile intentando sacar alguna mujer a bailar. De modo que por lo que me han contado, aquellas que no querían bailar se iban cambiando de sitio alrededor de la pista de baile para que no fueran tan fáciles de encontrar a la hora de bailar.

Este es el gesto de pedida que he representado en la imagen, vistiendo los protagonistas con algunos de los ropajes típicos de una de las peñas de Arcos de Jalón para poder así ambientarlo en el mes de septiembre.

Este espacio ha sufrido varios cambios y modificaciones con el tiempo, pero en este caso, todavía es un lugar que sigue en funcionamiento. Ya no se suele pedir bailes tan oficiales, pero sigue siendo un espacio de ocio y evasión.

Un dato curioso que me dieron a conocer sobre este local es que antiguamente en su zona interior, lo que conocemos como pista de invierno, era una zona un tanto sucia, sobre todo de cara al final de la noche. Se dice que, en las noches de noche vieja, la gente que allí acudía no llevaban sus mejores galas, sino las peores, ropajes que se pudieran manchar y que no importase demasiado que no pudieran volver a quedar impolutos. Esto se debía a que la condensación que se formaba en el interior de la pista junto con todas esas copas que se volcaban formaban una masa negra que siempre acababa manchando las zapatillas y los bordes de los pantalones de aquellos que acudían a la fiesta. Años después comenzaron unas reformas que convirtieron el espacio en un lugar con mucha más ventilación y este suceso dejó de ser algo tan característico.

Todavía no hemos podido disfrutar estas fiestas ni estos bailes tras la pandemia, pero cada vez está más cerca ese momento de entrar a La Pista y por qué no, sacar a bailar alguien.


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