TERMINADOS LOS PRIMEROS ARREGLOS, PREOCUPAN LAS HUMEDADES DE LA IGLESIA DE ARIZA
El padre Gerardo ha sido el principal impulsor de las obras de mejora que se están llevando a cabo en la iglesia de Santa María de Ariza. Desde el pasado mes de febrero, cuando unas humedades en las bóvedas avisaban de un problema, Gerardo se puso manos a la obra y subió al campanario, donde advirtió la gran acumulación de palomino, causante principal del problema. A pesar de sus esfuerzos limpiando, la gran cantidad de palomino le obligó a contratar a una empresa especializada, cuyo presupuesto rondaría los 10.000 euros, que se pagaron "con los donativos de la gente y una aportación de la Diócesis de 6.000 euros", nos dice el sacerdote.
En la inspección de las bóvedas, se detectaron filtraciones de agua en los anclajes de los focos que las estaban dañando, así como problemas en el tejado que provocaban también goteras, posiblemente causados también por las palomas. Así, una empresa especializada ha reparado el tejado y retirado los focos, cortando así el problema de humedad que estaba causando ya serios desperfectos en las bóvedas de la iglesia de Santa María. Esto ha costado "unos 3.000 euros adicionales", señala Gerardo, preocupado por "salvaguardar el patrimonio del pueblo y que se arregle todo en condiciones".
Arreglos en los tejados de la iglesia de Ariza
Los donativos de los fieles han hecho que los trabajos hayan podido continuar con la retirada de los focos y el arreglo del tejado, que estaban causando daños importantes en la bóveda y una de las goteras "ya estaba llegando hasta el fondo de la iglesia dañando mucho la estructura", nos explica Gerardo, cura de Ariza. "La iglesia se está dañanado y es patrimonio, así que hablamos con el Ayuntamiento, que nos ayuda con el arreglo del tejado de las capillas laterales, de la Virgen del Pilar y de la Virgen de la Inmaculada", nos cuenta Gerardo.
La preocupación ahora del sacerdote está en el campanario y, sobre todo, en la humedad que "ha entrado y está dañando la estructura del templo", nos dice. En el campanario "es muy difícil poner malla, aunque hubiera sido conveniente que se tapase para que no entren las palomas", dice Gerardo, que confirma que "se va a quedar así de momento porque es muy complicado y costoso de solucionar" y espera que "las palomas entren mucho menos que antes". El caso de las humedades es más importante y grave y ahí confía en que "el Ayuntamiento nos ayude económicamente para estudiar los daños de la humedad y para hacer las reparaciones urgentes que haya que hacer".
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