EL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE HUERTA OFRECE UN NUEVO CONCIERTO EN NOVIEMBRE

El Coro Universitario Complutense presentará el próximo 7 de noviembre, domingo, a las 16.30 horas, 'Tenebrae Responsories' de Tomás Luis de Victoria en el Monasterio de Santa María de Huerta. Organizado por el Monasterio Cisterciense y por el Ayuntamiento de la localidad, el concierto se celebrará en el refectorio gótico, un enclave único donde deleitarse con un concierto de composición, dirección e interpretación de calidad excepcionales. 

El Coro Universitario Complutense de la Asociación Cultural Manuel de Falla, constituida por estudiantes universitarios, fue fundado por José Ramón Pérez Rodríguez en octubre de 1979 en Madrid, con el objetivo de difundir la cultura musical mediante conciertos y otras actividades relacionadas con la música, realizando su labor musical a obras polifónicas “a capella” y con acompañamiento instrumental, desde el periodo renacentista hasta nuestros días, cultivando la música culta, tanto religiosa como profana, así como popular, con autores españoles y extranjeros.

Ha intervenido en actuaciones del más diverso carácter, como conciertos, homenajes, conmemoraciones, congresos, actos docentes, benéficos o académicos, pudiéndose citar las participaciones en la Fundación Juan March, Auditorio Nacional de Música de España, Teatro Monumental de Madrid o los innumerables actos oficiales de la Universidad Complutense, destacando los nombramientos de Doctores Honoris Causa de Premios Nobel y Jefes de Estado extranjeros como Humberto Eco, Nelson Mandela, Mijaíl Gorbachov y la Reina Isabel II de Inglaterra entre otros.

Los Responsorios de Tinieblas, conocidos como “Officium Hebdomadae Sanctae”, pueden considerarse como uno de los monumentos musicales de la liturgia católica de Semana Santa de mayor originalidad y brillantez compositiva. El autor, Tomás Luis de Victoria, es uno de nuestros más ilustres compositores del llamado Siglo de Oro y el único que abordó dicha temática. Este genial maestro nació en Ávila en 1548 y muy pronto se convertiría en niño cantor de la catedral de Ávila bajo la maestría de Bernardino de Ribera. Tras una larga estancia en Roma trabajando al lado de Palestrina, regresaría a Madrid y ejercería como maestro del Convento de las Descalzas de Madrid desde 1587 hasta 1611, fecha de su muerte.

El Monasterio ha sido cisterciense siempre, desde que fue ocupado por los monjes hacia 1162 salvo desde la exclaustración de 1835 a la restauración de 1930 y es básicamente un edificio medieval, declarado monumento nacional en 1882. El Refectorio Gótico, comenzado a construir en siglo XIII es una de las joyas arquitectónicas con las que cuenta, por sus grandes proporciones, elevado sin el recurso de columnas centrales gracias a la acertada resolución de su bóveda sexpartita, por su gran luminosidad, con una escalera de acceso al púlpito abierta dentro del espesor del muro. Actualmente el monasterio alberga una comunidad de monjes cistercienses que continúan con su historia y dan vida a todo su conjunto.