UN PEIRÓN EN EL CAMINO

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El culto a la piedra como representación de un lugar divino ha sido experimentado por muchas de las culturas asentadas en nuestra geografía durante siglos, no cabe duda que la llegada del Cristianismo no hizo más que cristianizar el valor religioso de la piedra, especialmente en la Edad Media donde además se erigían cruces en lugares relevantes como afirmación de esta presencia religiosa. Fueron también los signos utilizados para delimitar los términos municipales y los linderos entre particulares. Los caminos hacia las ermitas construidas en lugares elevados o a las afueras de los núcleos de población para reproducir el via crucis.

Embid de Ariza posee cuatro de estos signos, con forma de pilar, de piedra, ladrillo o adobe, colocados en caminos principales a los que llamamos “peirón”.  Es un vocablo que proviene del latín vulgar “pilare”, hito o mojón que se pone para señalar caminos. También se piensa que puede derivar del griego “per” que significa “a través de”, o bien de la palabra castellana “Petra” que significa piedra. Y es que la palabra “peirón” es una palabra aragonesa que no ha pasado al castellano, siendo humilladero o cruz de término el término que le corresponde en su acepción castellana.

El peirón del Castillejo o también llamado de Santa Bárbara se encuentra en camino real a Cetina, a la altura del Castillejo, bajo la Peña del Mediodía. Éste es sin duda uno de los mas antiguos de Embid y encontramos una referencia de éste en la descripción de las heredades de la Ermita de Nuestra Señora de las Angustias en el año de 1734, cuando dice: “Hacienda de la Virgen de las Angustias. Cinco Anegas en la Cruceta Vega y término el Vado y Piezas de la Virgen de este lugar confrontantes por la parte de arriba con Camino a Alhama y por abajo con Río y Camino de Ariza.”. Y es que además de marcar el término de Casa de la Vega también indica un cruce de caminos, el de Alhama que es el real de Cetina, y el de Ariza, que cruza el río por el Vado. El significado de la palabra “vado” corresponde a la parte de un río con fondo firme y poco profundo por donde se puede pasar andando o en montura.

En el plano del Instituto Geográfico y Estadístico del término municipal de Embid de Ariza, levantado en el año 1916, aparece indicado bajo el nombre de “Peirón de Sta. Bárbara”. La adopción de este nombre, a la que se le atribuye la protección de temporales, rayos y centellas y que también se la representa con una torre con tres ventanas, refuerza la relación con la capilla de Santa Bárbara, una de las advocaciones que ha tenido la ermita de Casa de la Vega.

Éste peirón era originalmente de mampostería de piedra y adobe, lucido o raseado con argamasa de cal. Poseía dos hornacinas, una mirando al norte y otra al sur y se desconoce qué imágenes custodiaba. La grada está formada completamente por piedra del lugar de diferentes formas, dos tercios del fuste continúa en mampostería de piedra y finaliza con adobe de barro completando el edículo donde contiene las hornacinas y la terminación en pirámide. Se advierte un ábaco de piedra plana coronando el edículo justo antes de arrancar la pirámide. En la actualidad en su última restauración, todo el adobe se ha sustituido por ladrillo cerámico moderno y una cruz sobre el ápice de la pirámide. En sus hornacinas encontramos una figura de  Nuestra Señora del Sagrado Corazón y otra de San Pancracio.


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Fotografía bajo la zona del túnel, de Francisco Pacheco, 1950


Castillejo

Vista del Peirón del Castillejo y la Peña del Mediodía. Víctor Mariscal


El peirón de Nuestra Señora de las Angustias fue construido en el año 1750 por orden de D. Alonso de la Peña y Medrano, visitador general del Obispado de Sigüenza, para memoria de haber existido en él una ermita o humilladero bajo la advocación de esta Virgen que indicaba el remate del vía crucis. Se encuentra en el camino real a Cetina o camino a la ermita nueva de la Virgen de las Angustias, y marca el límite del núcleo urbano de la villa.

Originalmente estaba construido, al igual que el anterior, con grada de mampostería de piedra y un tercio del fuste el resto en adobe de barro y raseado con argamasa de cal. Se advierte un edículo, mas estrecho que el fuste y diferenciado, con una única hornacina que mira al camino coronado por una pirámide. Antaño guardaba una figura de la Virgen del Carmen. Hoy se encuentra reformada, sustituyendo la totalidad del adobe por moderno ladrillo cerámico, una hornacina que contiene una figura de la Virgen del Pilar y una cruz sobre el ápice de la pirámide.


Angustias

Antes y después de la restauración del Peirón de las Angustias. Acuarela. María Ángeles Mariscal


El Peirón de San Antonio se encuentra formando parte del cierre de una finca de la familia Remacha, el que fue almacén de fruta, a la entrada desde Ariza. Anteriormente, hasta los años setenta, este peirón se encontraba al lado de la casa de la finca que se usaba para guardar herramientas y aperos de labranza. Era un peirón de mampostería de piedra similar a los anteriores, sobre un montículo que servía de grada. Contenía un azulejo en una hornacina que miraba al camino. Hoy este pilar se encuentra construído en ladrillo cerámico en su totalidad, coronado por una pequeña pirámide y una cruz en su ápice. El frontal es de mosaico de baldosas de color claro y un gran azulejo, algo deteriorado, representando a San Antonio de Padua. Se encuentra en el recorrido del camino viejo a Ariza, a través del Camino de las Hoyas y también como paso a la Ermita de la Virgen del Rosario y del Cementerio.


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Actual Peirón de San Antonio. Víctor Mariscal


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Azulejo de San Antonio de Padua


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 Representación del antiguo Peirón de S. Antonio. Óleo. Alberto Martínez


Y por último, el Peirón de Santa Quiteria o del Barranco, se encuentra en el camino a Villalengua, en el mismo Barranco y camino a la Ermita de Santa Quiteria. Nada más sabemos que forma parte de este camino por los santos de sus antiguos azulejos, robados hace no demasiados años, y que indican la devoción, entre otros, a Santa Quiteria.


Santa Quiteria bendita

ya vamos por el peirón

saca tu mano derecha

y échanos la bendición.


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Vista del peirón de Santa Quiteria. Juan Mariscal


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La zona final del Barranco de Embid, Francisco Hernández Pacheco, 1945


Hay que imaginar el camino del barranco como un angosto sendero, estrechísimo, por el que apenas pasaba una mula, adentrarse en él, por el visitante y con cierta inseguridad, le hacía parecer que se adentraba a un paraje inexpugnable. Encontrarse de repente el peirón avisaba de los hogares próximos y respiraba cierta calma.

Este pilar está construido directamente sobre roca caliza a cierta altura del camino del barranco, en un tramo que forma ángulo de noventa grados. Todo el fuste está construido en mampostería de piedra irregular del lugar, el edículo es de antiguo ladrillo macizo contenido sobre un collarino y bajo un ábaco también de ladrillo. Termina en pirámide de mampostería de piedra y en la actualizad porta una cruz de madera sobre el ápice. Su edículo posee cuatro hornacinas indicando aproximadamente los puntos cardinales. Antaño tuvo cuatro azulejos, al norte La Divina Pastora, al  sur Santa Quiteria, al este el Tránsito de San José y al oeste a Santo Domingo. En la actualidad se conservan varias figuras modernas de San José y San Francisco.

Los azulejos originales estaban dibujados con todos los detalles del santo, el perro atado con cadena de Santa Quiteria y de Santo Domingo el rosario y el perro con la antorcha por ejemplo.


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Esquema del peirón de Santa Quiteria


Hay muchas historias y anécdotas tras estos singulares hitos, que nos transfieren sensaciones al encontrarlos en el camino, que nos anuncian la llegada o la partida de un viaje, han sido muchos los que se han construido en la geografía aragonesa, y por ello merecen ser cuidados, respetados, mantenidos, y por lo menos recordados. Por el momento trataremos de recuperar este pequeño capítulo, de los azulejos que vestían a los peirones, para disfrute y deleite de vecinos y foráneos, pero eso ya para otro capítulo.



Fuste: parte de una columna o pilar comprendida entre la basa y el capitel
Edículo: templete que sirve de tabernáculo, relicario, etc.
Collarino: nexo entre el fuste y el capitel
Ábaco: corona del capitel


* Peirones de la Comarca de la Sierra de Albarracín, Manuel Matas
* Cruces, Cruceros y Peirones en las Cinco Villas de Aragón, Jose Ramón Gaspar
* María Olivera Zaldua, Vicedecana de Estudiantes y Biblioteca. Grupo de Investigación Fotodoc. Facultad de Ciencias de la Documentación (UCM)
* Agradecimiento especial a Alberto Martínez por plasmar en un lienzo un lejano recuerdo, y para María Ángeles Mariscal, por sus preciosas acuarelas.

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