1 DE ENERO

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Antes, cuando la climatología influía en cuando empezar las campañas militares, estas se solían iniciar al acabar el invierno. Los caminos y carreteras de la época estaban en mejores condiciones y tenían toda la primavera y el verano para hincharse a matar y no desperdiciar ni una sola jornada de sol.


Después de una de las victoriosas campañas de las legiones romanas en la Península Ibérica ,que concluiría con el famoso cerco a la ciudad de Numancia, los por entonces “mandamases” del mundo civilizado decidieron instaurar la fecha del 1 de enero como comienzo del año natural, en otras latitudes esta fecha es una más en la hilera de los días.


En esos días de invierno, poco propicios para conflictos, convinieron en elegir a sus cónsules y hacer los preparativos para futuras empresas. Desde entonces este cambio y el tránsito entre diciembre y enero, se convierte en nuestros días en una fecha muy particular.


Realmente es una noche entre otras, es solo una convención, pero posee un hondo simbolismo en nuestra imaginación. Es el momento en que hacemos balance y nos proponemos las buenas intenciones futuras.


Con renovada ilusión, anhelamos una vida mejor, nos prometemos hacer ejercicio, empezar dietas, aprender idiomas, iniciar hábitos más saludables……casi siempre desfallecemos pronto, nos gusta más soñar los cambios que hacerlos realidad.


Como cuando decidimos dejar de fumar obedeciendo a nuestro médico y familiares, entonces, solemos consentirnos un cigarrillo final, mientras lo consumimos con la mayor solemnidad nos damos cuenta de que, este cigarrillo el ultimo, es el más intenso. Con cada principio de año nos planteamos dejar el tabaco, algunos lo consiguen y la mayoría nos lo proponemos con escasos resultados…..algunos desistimos y otros lo siguen intentando año tras año. Tras décadas de ultimas caladas, nos damos cuenta de que nos estamos convirtiendo en adictos a la esperanza, más que a la nicotina.


Todos esos momentos pueden parecer iguales, pero no lo son…..cambiamos, poco o mucho, pero, aunque no lo notemos cambiamos. La Tierra gira alrededor del Sol, pero este cada día la ilumina desde un ángulo diferente. Lo mismo les pasa a nuestras vidas, cambian los vecinos del barrio, varias tu perspectiva ante hechos y situaciones que antes creías inamovibles, estas más cansado, te falta mucha gente querida a los lados, vas aprendiendo a mirar y a no juzgar a los que te rodean….. algunos, hasta escuchan y, prestan tiempo y atención a los que no piensan como ellos.


Nos damos cuenta sin apreciarlo en el día a día, que la posibilidad de una nueva vida nos puede aguardar tras cualquier esquina. Al final cada instante, cada momento, que siempre es diferente a cualquier otro vivido, puede convertirse en un principio; y lo importante, lo que nos cambia, no suele ser una decisión trascendente y premeditada…..lo que nos cambia, suele pesar menos que el humo de uno de esos inolvidables cigarrillos.

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