CÓMO IDENTIFICAR A PERSONAS TÓXICAS

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Se define como toxicidad “la capacidad de una sustancia química de producir efectos perjudiciales sobre un ser vivo, al entrar en contacto con él”. Pero si este concepto lo extrapolamos a personas tóxicas, podemos decir que son aquellas que son perjudiciales para nuestra salud y bienestar emocional, al estar en contacto con ellas. Seguro que conoces alguna…


Y ese rechazo que sientes cuando notas que te roban la energía, te “desgastan”, te producen sensaciones negativas, estrés, incomodidad, etc., cuando están cerca de ti o simplemente al pensar en ellas, lo necesitas para alejarte y protegerte de este tipo de personas. Sin embargo, como somos seres sociales, necesitamos compartir experiencias, pensamientos y emociones con los demás, podemos caer en la trampa de no protegernos o de no saber cómo hacerlo. Especialmente cuando, en muchas ocasiones, no es tan sencillo: ya que las podemos encontrar en el trabajo, en el círculo de amigos, incluso en la propia familia.


Es importante tener en cuenta que para considerar que una persona sea tóxica, es necesario que esa persona tenga una intención poco sana y que se repita en el tiempo. Por eso es imprescindible que puedas identificarlas por sus conductas para que, por lo menos, si no puedes alejarte de ellas, las tengas localizadas y sepas protegerte de ellas.


Conductas características de personas tóxicas:

1. Te hacen creer que eres tú quien tiene un problema. Son capaces de hacerte llegar a pensar que eres un inútil, que no sabes hacer nada bien o que estás equivocado en cualquier tema que se trate.  Esta es una de sus tácticas principales para ir minando tu autoestima poco a poco. ¡Nunca des más valor al criterio de otra persona sobre ti mismo, que al tuyo propio!


2. Se hacen las víctimas para que las conviertas en el centro de tu atención. De esta forma, te “chantajean emocionalmente” para conseguir que te vuelques más en ellos que en ti mismo y poco a poco, te lo van robando todo: tu autoestima, tu tiempo, tu energía…


3. No se alegran de tus éxitos, se alegran de tus fracasos. Son ese tipo de personas que no te refuerza cuando te va bien, al contrario, se sienten incómodas. Sin embargo, cuando te va mal se encargan de recordártelo continuamente…


4. No reconocen sus errores. Carecen de la capacidad de autocrítica y jamás te reconocerán que se han equivocado. Por eso no aprenden de sus errores, porque solamente se fijan en sus potenciales y nunca en sus áreas de mejora.


5. No les gusta salir de su zona de confort. Y si se ven obligados a ello, se justifican con excusas tipo “esto es muy difícil” o “esto es una tontería”, etc. Aunque en el fondo es su inseguridad y el miedo al fracaso los que están actuando, pero nunca lo reconocerán.


6. Son egocéntricas. Hablan continuamente de sí mismas y si hablas de ti, enseguida redirigen la conversación sobre lo que piensan ellas o sobre lo bien que lo hacen todo.


7. No saben ponerse en tu lugar, pero tampoco les interesa hacerlo. No tienen empatía, ni se esfuerzan en tenerla porque en el fondo tú no le interesas nada.


8. Siempre se quejan de todo y de todos. Solamente ven la parte negativa en cualquier situación o persona. Esto los lleva a querer destruir todo lo que propongas, a poner problemas a cualquier solución que verbalices, a quitarte la ilusión, etc. (pero ellos nunca proponen ninguna solución). Por eso embarcarte hacia cualquier objetivo con una persona de este tipo es un fracaso asegurado.


9. Tienen prejuicios. Juzgan sin tener toda la información o sin conocer bien a una persona, poniendo “etiquetas”.


10. Su presencia te condiciona emocionalmente: Generan incomodidad, te hacen sentir pequeño, que careces de libertad, culpable, cohibido, etc.


11. Se comparan continuamente con los demás. Les suele “comer por dentro” la envidia. Por eso son infelices y las lleva a condutas destructivas: hablando mal de otros, haciendo desprecios, incluso con conductas agresivas. Llegados al extremo, pueden llegar a maltratar psicológicamente o físicamente. ¡Quítate de su foco de atención!


Ahora ya sabes identificar a una persona tóxica. No justifiques sus conductas, ni las normalices. No te engañes, nunca saldrá nada positivo en ningún tipo de relación con ella, así que ¡aléjate si puedes! Si no puedes alejarte, ¿cómo puedes protegerte?


La próxima semana veremos qué es lo que puedes hacer ante una persona tóxica, cuando no puedes salir corriendo de su lado…





Montse Martínez. Formadora y Máster en Psicoterapia e Inteligencia Emocional.

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