​PROFESIONES DEL PASADO

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¡El afilaaaaaadoooor! ¿Recuerdas? Anunciaba su presencia haciendo sonar el chiflo o una sencilla flauta de pan compuesta de pequeñas cañas. Era un artesano ambulante que llegaba con la rueda de amolar ofreciendo su servicio para afilar cuchillos, navajas, tijeras y todo tipo de herramientas melladas. Algunos también se encargaban de reparar paraguas e incluso el fondo desgastado de sartenes y ollas.


Hay constancia escrita de este oficio desde el siglo XVII y prácticamente ha desaparecido.


Inicialmente se movían por los pueblos y ciudades en bicicleta, posteriormente también en moto y los poquísimos que quedan hoy en día también lo hacen en coche.


¡Sereno! Dado el gran tamaño de las llaves de los portones antiguos y su peso para llevarlas, durante el siglo XVIII se popularizó la figura del sereno, y hasta finales de los años 70 todavía hacía ronda por las capitales españolas. Era el encargado de vigilar las calles, regular la iluminación en horario nocturno, abría las puertas e incluso anunciaba el tiempo al grito de "las doce en punto y lluviaaa". Si no llovía, "las doce en punto y serenooo". ¿Lo recuerdas?.

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