IRUECHA SE LEVANTA ENTRE EL MAYOR SABINAR DE EUROPA

La semana pasada nos pusimos las botas para visitar Sagides, una pedanía de Arcos de Jalón con un potencial atractivo turístico con el que pocos lugares tienen comparación. Pudimos comprobar con nuestros propios ojos como un pequeño pueblo, en el que ahora solo viven 14 habitantes, podría contar con un centro turístico en el que caben desde una casa rural, hasta un centro de alquiler de bicicletas para recorrer las rutas de BTT que surcan todo el municipio de Arcos de Jalón. Desde Sagides es posible conectar toda la vertiente soriana del Alto Jalón en un solo fin de semana. Es cierto que para apostar, hace falta comprobar que se reunen todas las condiciones. Todas las administraciones deben ponerse de acuerdo para cuidar y mantener el patrimonio de nuestros pueblos y para hacerlos atractivos para invertir en ellos. Seguiremos...

La puesta en valor de la belleza de nuestro entorno es la razón principal por la que #MePongoLasBotas cada fin de semana. Los sábados nos vamos de 'marcha' y los domingos os lo cuento y así, cada fin de semana, nos lo pasamos de pueblo en pueblo. Ayer, la música en el coche nos la puso una judeña (Vicky, como no querías que te nombrase sólo he puesto que eres de Judes) y las fotos, como ya viene siendo habitual y habrá que pensar en meterle en nómina, las hace Carlos J. Bueno, que las ha pasado 'canutas' entre la lluvia y los empañamientos, pero ha conseguido unas fotos que os transportarán a todos a lo que hemos estado viviendo. 

En Iruecha nos ha llovido y ha hecho frío, pero aún con esas merece la pena verlo y sentirlo como nos han permitido hacerlo. Tener a todo un pueblo de guías no ha sido solo privilegio nuestro a pesar de que así lo creía. Hablando después con Alba, que desde Zamora ha llegado a visitar Iruecha, me ha comentado satisfecha que también le hicieron la visita guiada gratuita y "no me conocían de nada", nos cuenta Alba encantada. Irene Bartolomé es la experta y erudita en historia de Iruecha, y fue la guía de Alba, pero hemos de mandarle fuerza porque ahora está 'malita' y nos han guiado la visita Ana y Andrés.

El cielo se tornaba oscuro en la mañana mientras nos aproximamos por la carretera hasta el último pueblo de la provincia de Soria, la pedanía más lejana de Arcos de Jalón de todo su municipio, el más extenso de Castilla y León. En ocasiones se sienten manchegos, en otras muchas sorianos y alguna vez aragoneses, tienen frontera por todos los lados. De ahí su riqueza cultural y sus tradiciones. Al igual que hacen el 'rosario de los faroles', tradición zaragozana, gustan de los torreznos y sus construcciones más propias de la Alcarria. Este pueblo es conocido por su representación de 'La Soldadesca', pero tiene todo el año un atractivo que atraviesa el alma del que se quede a pasar un fin de semana en mitad de la Sierra del Solorio, el mayor sabinar de Europa.

Un paseo por Iruecha es caminar historia. Sus casas de piedra se quedan en la memoria y la naturaleza que lo rodea te llena la retina y los pulmones en este lugar declarado sagrado desde que el hombre es hombre. Sus baños forestales son recomendados como antibiótico natural. Bien se puede explotar los beneficios de respirar el aire puro del sabinar que previene de enfermedades y ayuda, según estudios recientes, a rebajar la ansiedad, atenuar el estrés y mejorar el insomnio. Pero no solo por respirar, sino también para coger setas y champiñones y, como no, para los cazadores, es un lugar también de culto. Tiene algo especial este pueblo empedrado y así lo vieron sus primeros pobladores, que en el paleolítico ya adoraban aquí a los dioses y todavía se conservan tres menhires para demostrarlo. A su lado construyeron después una ermita, por lo que siempre ha sido un lugar sagrado. Y si no lo hubiera sido, deberíamos hacerlo ahora, porque tenemos en nuestra comarca una joya más de la corona que no estamos valorando. El partido que estarían otros sacando del sabinar más grande de Europa... y no hemos sabido todavía utilizarlo para generar turismo que enriquezca la zona. Andrés sugería entusiasmado la creación de un Aula de Interpretación de la Naturaleza y secundamos la moción con las dos manos.

Aquí hay para un día de visita tan solo con ver el pueblo y sus alrededores. Iruecha, que en otro tiempo llegó a tener hasta 600 habitantes, es una localidad grande en la que puedes perderte entre el silencio de sus calles y caminar entre sus construcciones pedregosas sintiendo que te trasportas a otro tiempo. Además, como siempre hay alguien dispuesto a enseñarte todo lo que quieras ver, te abren la iglesia de San Juan Bautista, más que digna por dentro con sus peculiares tradicones como la de los faroles de cristal o la de las ofrendas para aliviar males y dolores a su Virgen de la Cabeza, y espectacular el porche de su entrada en lo más alto del pueblo. También se pueden visitar los museos etnológico y paleontológico para que puedas ocupar tu tiempo viendo cómo se vivía, la evolución demográfica, fósiles y documentos históricos del pueblo. Irene Bartolomé se ha encargado de recopilar todo esto y poner a descubierto historia de Iruecha que no se conocía hasta el momento. 

Y si el pueblo tiene encanto, con su fuente vieja, el lavadero y la laguna cercana donde hay un estupendo lugar de merendero, la Sierra del Solorio te pide adquirir varias obligaciones. Las podemos resumir en una: pasear el entorno entero. Desde aquí, el paraje de Algondrón está a 'un paso y medio'. Tenemos la laguna de Judes muy cerca y, poco más allá, Chaorna, maravilloso también este pueblo. Las rutas a ver la zona son dignas de quedarse un fin de semana y hacer noche en la posada, que ya no es lo que era, sino que está mucho más arreglada y se ha convertido en una casa rural de cuatro estrellas. La Posada de Iruecha, o Casa Rural Sierra del Solorio como al final la llamaron, lo tiene todo para pasar un fin de semana de escándalo. Pero para estrellas, las de la noche de Iruecha, donde sin contaminaciones, el turismo astronómico podría resultar, sin necesidad de hacer ningún derroche, una opción a contabilizar para cualquiera que le interese hacer de esto negocio. Solo faltaba en este pueblo alguna ruta de bicicletas, que la están haciendo para meterla dentro del plan 'Soria paraíso del deporte'.

Después de tomarnos un pincho en el teleclub con varios iruechanos, nos vamos de vuelta por donde vinimos mirando al horizonte, pensando que otra semana más visitamos un tesoro al que le falta soporte. Tenemos minas de oro y no tenemos pico ni resorte para sacarlo de dentro. Necesitamos que alguien empuje y promocione lo nuestro, ¿o quizá tengamos que ser nosotros los que nos encarguemos de ello? Sea como fuere aquí estamos, poniendo en valor lo nuestro para que alguien lo explore y 'saque tajada' de ello. Parece que pronto nos abren, ¿te vienes a ver este pueblo?

La semana que viene nos pondremos de nuevo las botas en algún lugar valioso del Alto Jalón. Esta vez tocará visitar algún pueblo abandonado, ¿te vienes con nosotros a descubrir un despoblado? Si te animas, #MePongoLasBotas el próximo sábado y el domingo, os lo cuento para que lo viváis a mi lado.

Pairones