EL ALTO JALÓN TAMBIÉN ES SORIA

Recordando el slogan olvidado de los años 70: “Arcos de Jalón también es Soria”. Parece que las instituciones sí se acuerdan de aquel dicho, mucho más antiguo, que rezaba “Jalón, ladrón, que robas agua a Castilla para llevarla a Aragón”. 

Al alcalde de Monteagudo de las Vicarías que, valientemente, presenta alegaciones ante la Junta por su decisión de no enviar su proyecto de Plan de Sostenibilidad Turística al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo le obliga la discreción y lo políticamente correcto, a mí no. 

Solamente hay que consultar el mapa adjunto para advertir que las propuestas elegidas van en la dirección de reforzar turísticamente el eje San Esteban de Gormaz/el Burgo-Soria capitalAgreda/Moncayo- la zona de pinares no necesita incentivos- con la evidencia de que en la zona occidental se concentran tres proyectos: uno directo y dos indirectos: “Celtiberia Soriana” y “Ruta del Vino Ribera del Duero”. 

El sur de la provincia presenta un vacío tan acusado como su demografía, especialmente la zona del Alto Jalón Soriano que con un potencial turístico potente: Casco histórico de Medinaceli, convento de Sta. María de Huerta y conjunto medieval de Monteagudo de las Vicarías, solo por poner los ejemplos más evidentes, queda totalmente olvidado. Potencial incentivado por su situación estratégica en una de las rutas más importantes de la Península y una capitalidad, nunca reconocida, en Arcos de Jalón, esplendorosa población en el siglo pasado que decae a la misma velocidad que su comarca. 

Una vez más el “rayanismo” se convierte en marginalidad, los extremos no son visibles desde el centro, eso sin suponer un cierto, y absurdo, temor competencial a que el sur de la provincia desarrolle toda su potencialidad en detrimento de la línea/eje prevalente.

Además, otra cuestión: si en algún caso parece que puede pesar la posible contraprestación a proyectos impopulares, por su carga ecológica, en el caso de Monteagudo esta villa lleva años aportando su granito de arena a la conservación del patrimonio natural con prácticamente todo su término municipal incluido en zona ZEPA, algo que no es gratuito ya que impone restricciones como la de renunciar a los beneficios de cualquier proyecto de parque eólico, algo que podría dar cierta ventaja en proyectos turísticos pero que no son nada si no se reconoce su valor. Nos quitan los molinillos, pero nos quitan también el turismo ¿Qué nos queda? 

Quizás el único consuelo es que nuestros hermanos del Alto Jalón Aragonés parecen aquejados del mismo problema de marginalidad. Así, con esta visión paticorta de los nuevos centralismos, el Alto Jalón, núcleo estratégico de la Celtiberia, eje fundamental de las comunicaciones en el noreste peninsular, espacio clave para entender la Historia de España y de dos comunidades autónomas se convierte, cada vez más, en zona despoblada, sin servicios, un lugar molesto que hay que recorrer para unir a las ciudades más importantes del país. 

El Plan de Sostenibilidad Turística de Monteagudo es importante para la villa, pero es igualmente importante para la Comarca del Alto Jalón que con el eje turístico-cultural Medinaceli- Sta. María de Huerta- Monteagudo se puede constituir en una potencia de turismo de interior de primer orden. Entre estos tres núcleos atesoran más patrimonio cultural que algunas capitales de provincia. 

Espero que los responsables institucionales reflexionen sobre todas estas cuestiones antes de reevaluar los proyectos a presentar.