Como cada año por estas fechas, las grullas que están en el norte de Europa regresan a España en busca de climas más suaves donde pasar el invierno, en su viaje hacia el sur, paran en el Embalse de Monteagudo de las Vicarías, algunas de ellas, con suerte, para quedarse. Durante estos días, en el pantano rayano del Alto Jalón, uno de los humedales mas importantes de la provincia y gran desconocido para muchos, se podrán aprecias bandos de hasta las de mil ejemplares que darán colorido y sonoridad al entorno.
Comienza una época del año privilegiada para los habitantes del Alto Jalón amantes del avistamiento de aves y de la naturaleza en general. Muy cerca, dentro de un lugar como el Embalse de Monteagudo, perfecto para la ornitología en cualquier época del año, durante las dos próximas semanas se podrá observar un espectáculo singular. "Creo que es una visita imprescindible que hará las delicias de muchos", indica Carlos González, alcalde de Monteagudo de las Vicarías y gran amante de la fotografía de aves. "Sin bajarme siquiera del coche he conseguido unas fotografías estupendas. Las tenía a apenas 50 metros", relata González tras haber vivido la experiencia este domingo en uno de sus paseos por el entorno natural de su pueblo.
El acontecimiento de la migración de la Grulla se repite dos veces al año, hacia el norte (febrero-marzo) y hacia el sur (octubre-noviembre), pero su espectacularidad no deja indiferente a nadie. En Europa, las grullas utilizan tres rutas migratorias. La oriental sale desde Rusia para llegar a Etiopía y Egipto atravesando Turquía. La central, que nace en Polonia para viajar al norte de África a través de Italia. Y la occidental, que llega desde las zonas pantanosas de Alemania, Finlandia, Suecia o Noruega, en dirección a Andalucía y Extremadura, y que tiene parada en el Alto Jalón. Cerca de medio millón de grullas utilizan una de las tres rutas migratorias cada año.
El Embalse de Monteagudo de las Vicarías, considerado como el humedal con mayor variedad ornitológica de la provincia de Soria, alberga gran cantidad de aves que pueden observarse sin mucho problema. Desde su observatorio ornitológico, en el que la Junta de Castilla y León invirtió cerca de 150.000 euros en 2010, pueden divisarse poblaciones reproductoras de zampullín cuellinegro y pato colorado, somormujo lavanco y ánade azulón y friso. Durante los pasos migratorios, el pantano es un punto de descanso para la alimentación de especies como la garza imperial, cigüeña negra, águila pescadora y gaviota, e incluso ha llegado a verse alguna pareja de flamencos.
El embalse forma parte de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Monteagudo de las Vicarías. Localizado en una de las zonas más áridas de la provincia soriana y de Castilla y León es un lugar ideal también para la observación de aves esteparias como la ganga ortega, el sisón, el aguilucho cenizo, el alcaraván o la avutarda.
JALON
NOTICIAS.ES
Comentarios