CETINA CONTAGIÓ A MILES DE PERSONAS DE SU PASIÓN POR EL DANCE Y LA CONTRADANZA

Entre bombo, caja, vientos y flautillas; entre paloteos, dances y la sorna del Zagal y el Mayoral; entre risas y el color de los peñistas; entre esa mezcla de olor a pez de las hachas y a devoción por cada mudanza; Cetina vivió ayer su día grande de las Fiestas en honor a San Juan Lorenzo y Santa Quiteria. Cuando se cumplen 315 años de la construcción de su espectacular iglesia de San Juan Bautista, un proyecto de magnificencia inspirado en la basílica del Pilar y en la Seo de Zaragoza, la localidad zaragozana del Alto Jalón celebró ayer el Dance y la Contradanza, representaciones que colocan no solo al municipio, sino a toda la comarca, en el mapa durante estos días.

Un pueblo entero volcado con la conservación de esta importante tradición documentada ya por los albores del s.XVII, salió a la calle ayer para sacar en procesión la reliquia del Santo bajo palio, precedida de los balsones de San Juan Lorenzo y la Virgen de Atocha, así como de sus imágenes coronadas de roscas, dando la vuelta al pueblo "en el sentido inverso a las agujas del reloj", tal y como nos relató ayer el cronista oficial de la Villa, Joaquín Ibáñez. Desde la iglesia hasta la plaza de la Villa, acompañados por la corporación municipal y las varas, los integrantes del Dance hicieron disfrutar a vecinos y visitantes de sus dances y paloteos.

Ya en la plaza de la Villa, con la presencia también del presidente de la DPZ, Juan A. Sánchez Quero, y del presidente de las Cortes de Aragón, el atecano Javier Sada, Zagal y Mayoral dieron su 'perorata', en la que repasaron con su habitual humor mordaz, los acontecimientos que impactan a nuestra sociedad. Sin olvidar la guerra de Ucrania y ensalzando el papel de la mujer en el mundo actual, Esther y Noelia, dos jóvenes cetineras, encarnaron a Mayoral y Zagal de forma magistral, recibiendo una y otra vez los aplausos de los centenares de espectadores que se reunieron para verlas.

Todo esto fue para empezar, lo que podría llamarse el primer plato principal del día grande de Cetina. El Dance guarda un lugar privilegiado en el corazón de los habitantes de la localidad, pero la Contradanza tiene además ese aura de misterio que hace despertar la curiosidad de turistas y forasteros ante esta representación sin igual en el mundo entero. Contradanceros y Diablo introdujeron ayer en esta suerte de casi ritual que es la Contradanza, a más de mil personas que acudieron a Cetina para no perderse esta representación Bien de Interés Cultural Inmaterial, dentro de unas fiestas que también son de Interés Turístico en Aragón.

Desde la previa, en las casas de los protagonistas y recogiendo testimonios también de vecinos y visitantes, las cámaras de Alto Jalón Directo retransmitieron ayer durante cuatro horas la Contradanza de Cetina. El camino de los contradanceros para recoger al Diablo, la llegada a la casa de la primera vara y el encendido de las hachas, el "máscaras abajo" en la esquina del Bar la Luna para subir, completamente a oscuras y con solo la luz del fuego, hasta una plaza de la Villa que les aguardaba con un sepulcral silencio. La música repetitiva, las llamas de las hachas reflejándose en el Castillo donde se casó Quevedo, las 33 mudanzas representativas de los elementos más característicos del pueblo, los trajes, las lágrimas de emoción de las familias... todo estuvo repleto de una emoción que las cámaras de El Alto Jalón recogieron para que los que no pudieron estar lo vivieran, y los que sí estuvísteis, podáis volver a verlo.

"La mejor que he visto en mi vida", nos comentaba Daniel en directo. El pequeño, que dentro de unos años aspira a ser "segundo derecha" en el grupo de contradanceros, se emocionó en varios momentos, como le pasó a todos los presentes ayer en Cetina, viendo una representación de la Contradanza que pasará a la historia, además de por multitudinaria, por una variante introducida en el último movimiento, el afeitado, en el que todos los contradanceros brindaron con una cerveza. Irreverencia y virtuosismo, paganismo y religiosidad, antagonismo que contrasta con esa música ancestral y ese baile 'sin parar' durante cerca de hora y media, que terminó con un público aplaudiendo y jaelando a rabiar.

Cetina continuará todavía hoy, sábado, y hasta el próximo lunes, con la celebración de sus fiestas. Orquestas, charangas, becerrada, discomóvil y romería para poner un colofón de oro a unas celebraciones que cada año reciben un mayor número de turistas atraídos por el Dance y la Contradanza, conservados en Cetina gracias a un sentimiento popular de pertenencia que se transmite de generación en generación entre todas las familias.